Vida moderna
Envejecimiento: ¿qué vitaminas son importantes?
Un estilo de vida saludable ayuda a evitar los efectos del envejecimiento en el cuerpo.
Con el paso del tiempo es importante consultar con mayor frecuencia a un doctor para prestarles atención a la salud y a los efectos que el envejecimiento puede tener en ella. Con la edad se incrementa el riesgo de enfermarse por muchas cosas, las cuales pueden ser prevenidas a través de una alimentación balanceada.
Los expertos de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señalan que con el envejecimiento es de gran relevancia obtener los nutrientes necesarios para mantener una buena salud y evitar complicaciones de salud graves.
Por eso, explican que “es importante llevar una dieta bien equilibrada con suficiente calcio. Las mujeres necesitan ser particularmente cuidadosas e ingerir suficiente calcio y vitamina D a medida que envejecen. Las mujeres posmenopáusicas y los hombres de más de 70 años deben tomar 1.200 mg de calcio y 800 unidades internacionales (IU, por sus siglas en inglés) de vitamina D al día”.
Se debe consultar a un doctor para recibir la asesoría profesional adecuada, especialmente si es necesario tomar suplementos multivitamínicos. No es recomendable consumirlos sin supervisión médica.
El calcio es de gran importancia para disminuir el riesgo de padecer osteoporosis, una enfermedad que vuelve quebradizos los huesos y con la que se pueden sufrir caídas y fracturas. Por su parte, la vitamina D es clave para que el cuerpo humano pueda absorber el calcio.
Además de tener una alimentación sana, ejercitarse regularmente también es una herramienta clave para combatir los efectos del envejecimiento.
“El ejercicio es una de las mejores maneras de retardar o evitar los problemas musculares, articulares y óseos. Un programa de ejercicio moderado puede mantener la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad. El ejercicio ayuda a que los huesos permanezcan fuertes”, agrega Medline Plus.
Para realizar actividad física no es obligatorio asistir a un centro deportivo o a un gimnasio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que este término se refiere a “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud”.
Antes de empezar a ejercitarse, lo ideal es consultar a un doctor, especialmente si se tiene una enfermedad subyacente.
Osteoporosis
Esta enfermedad es silenciosa. Hay quienes se dan cuenta de que la padecen solo hasta que se fracturan un hueso. Por eso es importante hacerse exámenes médicos regularmente para verificar la salud de los huesos. De acuerdo con Medline Plus, la osteoporosis puede incluir los siguientes síntomas:
- Dolor de espalda.
- Postura encorvada.
- Fracturas repetitivas en un mismo hueso.
Según Mayo Clinic, el riesgo de osteoporosis aumenta en las personas que tienen los siguientes problemas médicos:
- Enfermedad celíaca.
- Enfermedad intestinal inflamatoria.
- Enfermedad renal o hepática.
- Cáncer.
- Mieloma múltiple.
- Artritis reumatoide.
Causas de la osteoporosis
El calcio es uno de los minerales más fundamentales para los huesos, es vital para la formación y renovación ósea. Cuando el organismo no recibe calcio y vitamina D, que ayuda a la fijación de los huesos y a mantener su densidad, se pierde masa ósea, lo que puede provocar desarrollar osteoporosis, explica la entidad de salud Sanitas.
El tiempo también es uno de los factores que influye en esta enfermedad. A medida que pasan los años, el organismo está en constante renovación, desarrollando nuevos huesos y descomponiendo los viejos. Sin embargo, de acuerdo con Mayo Clinic, “cuando el cuerpo es joven, el desarrollo de huesos nuevos es más veloz que la descomposición de estos, por lo que la masa ósea aumenta. Después de los 20 años, este proceso se hace más lento y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a los 30 años”.