Vida moderna
¿Es malo sentarse en una silla caliente de un bus?
Las preguntas en torno a este tema han sido resueltas por un especialista.
Las personas que se movilizan en servicio público con frecuencia se enfrentan a la posibilidad de sentarse en una silla que recién ha sido desocupada. La decisión se centra en sí sentarse en el instante o esperar a que se enfríe.
Alrededor de este tema se han generado una serie de mitos y es muy frecuente ver que quien se va a sentar espera unos cuantos minutos luego de que una persona se ha levantado bien sea porque va a ceder el puesto o simplemente porque ya llegó a su destino y se va a bajar.
En torno a esto hay muchas creencias populares. Una de ellas es que podría contagiarse de alguna enfermedad o que específicamente podría desarrollar hemorroides o granos.
Las hemorroides, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, son venas inflamadas o hinchadas alrededor del ano o la parte inferior del recto. Las hay de dos tipos: externas e internas. Las primeras se forman debajo de la piel alrededor del ano, mientras las otras se forman en el revestimiento del ano y el recto inferior.
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Lo cierto es que no hay ningún tipo de evidencia de que sentarse en la silla caliente del bus genere algún tipo de afectación en la salud. De hecho, el doctor Arturo Polanco resolvió esta inquietud en el portal 1doc3. Allí el especialista, asegura que no es malo sentarse en una silla caliente de un transporte público.
“A pesar de que existen muchas historias y mitos de transmisión enfermedades o aparición de hemorroides por sentarse en las sillas calientes, esto es completamente falso y no tiene ningún significado en la práctica clínica”, precisa el experto.
Asegura que no hay que preocuparse por estas creencias de la gente, ya que no hay posibilidad de transmisión de enfermedades o aparición de condiciones médicas debido a que las sillas estén calientes.
Esta respuesta del médico a la pregunta realizada por un hombre de 29 años en el mismo sitio web está en línea con algunos análisis que ya se han efectuado en torno a la relación entre la temperatura y la preponderancia de las hemorroides.
Específicamente, un estudio alemán efectuado en 2009 descarta por completo esta posibilidad. En la investigación, citada en un artículo publicado en BBC, se comparó a dos grupos de personas: uno sufría dolorosas hemorroides endurecidas y con prolapso y el otro grupo no.
Después de analizar muchos factores como toser, levantar objetos pesados, estornudar, comer comidas picantes, usar toallas húmedas luego de ir al baño y hasta incluso sentarse en superficies frías y calientes, la conclusión fue que ninguno de esos factores influía en la probabilidad de contraer las hemorroides.
¿Qué causa hemorroides?
Por el contrario, lo que sí genera este tipo de afecciones es según el instituto de investigación Mayo Clinic, lo siguiente.
- Esfuerzo durante las deposiciones
- Sentarse en el baño por demasiado tiempo
- Estreñimiento crónico o diarrea
- Dieta baja en fibra
- Debilitamiento de los tejidos de soporte en el ano y recto: Esto puede suceder con el envejecimiento y el embarazo
¿Cómo evitar esta afección?
Los expertos aseguran que la mejor manera de prevenir las hemorroides es mantener las deposiciones blandas para que pasen fácilmente. Para prevenirlas se pueden seguir estos consejos:
- Comer alimentos ricos en fibra. Ingerir más frutas, verduras y cereales integrales. Hacerlo ablanda las heces y aumenta su volumen.
- Beber mucho líquido. Lo ideal es consumir entre seis y ocho vasos de agua y otros líquidos (no alcohol) por día para mantener tus deposiciones blandas.
- No hacer esfuerzos. Hacer esfuerzos y contener la respiración mientras la persona evacúa los intestinos genera una gran presión en las venas de la parte inferior del recto.
- Ir al baño cuando den ganas. Si se espera para evacuar y el impulso desaparece, la materia fecal podría secarse y ser más difícil de expulsar.
- Hacer ejercicio. Mantenerse activo para prevenir el estreñimiento y para reducir la presión en las venas, lo cual puede ocurrir ante períodos largos estando parado o sentado.
- Evitar estar sentado durante mucho tiempo. Mantenerse mucho tiempo así, especialmente en el inodoro, puede aumentar la presión en las venas del ano