Esta es la cantidad de peso que se puede perder en un mes de forma saludable

Mantenerse en el peso ideal es todo un reto, pero, para lograrlo, no siempre se utilizan las técnicas más adecuadas, lo que termina afectando el buen funcionamiento del organismo.

Cuando lo que importa es bajar de peso a cómo de lugar y lo más rápido posible, no se tiene en cuenta los efectos secundarios que se pueden generar, entre los que está el conocido como ‘efecto rebote’.

¿Es bueno bajar de peso rápidamente?

Si bien es cierto que la obesidad es una enfermedad que puede traer muchas consecuencias negativas para la salud, no es necesario irse al otro extremo y excederse en las dietas y tratamientos para bajar de peso; menos, cuando estos procesos se llevan a cabo para obtener resultados prácticamente inmediatos.

Hay que tener en cuenta que no existen dietas milagrosas que hagan que usted pierda peso rápidamente sin que su cuerpo se vea afectado. Se sabe que detrás de estos regímenes alimenticios estrictos el cuerpo ingresa en un estado de semihambruna y desequilibrio.

Por ello, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) establecen que los kilogramos que se pueden perder en un mes de manera saludable oscilan entre 2 y 4.

Para lograr esta pérdida de peso, la persona deberá comenzar a reducir la ingesta calórica en unas 500 a 1.000 calorías menos por día. Ese es un valor manejable, no restrictivo y que podría prevenir el ‘efecto rebote’.

Los especialistas recomiendan que la medición semanal del peso y su respectivo progreso no debe convertirse en una obsesión, pues hay semanas en las que se pierden más kilos y otras menos. Como lo plantean los científicos en la revista Metabolism, son variaciones esperables dentro de un plan a largo plazo.

Lo mejor es consultar al especialista en nutrición para ir bajando esos kilos de más de una forma progresiva, sin que se altere el buen funcionamiento del cuerpo y sobre todo, que perdure por un buen tiempo.

¿En qué consiste el ‘efecto rebote’?

De acuerdo con el portal mejorconsalud.as.com, cuando se pierde peso de forma rápida, como sucede en las dietas restrictivas, disminuye el gasto metabólico en reposo y se alteran las hormonas que regulan el apetito. A sí el metabolismo pasa de rápido a lento.

El problema surge cuando se vuelve a la alimentación habitual, ya que se recupera de nuevo el peso perdido y es lo que se conoce como el ‘efecto rebote’.

Por otra parte, adelgazar rápidamente hace que se degraden no solo las grasas acumuladas, también los músculos, lo que ocasiona que pierdan fuerza y manifiesten síntomas que incluyen debilidad, cansancio, falta de energía, problemas de equilibrio y dificultades para caminar, entre otros.

En contraposición, cuando las dietas son diseñadas por especialistas y se llevan a cabo de forma consiente, se presenta un descenso progresivo de peso sin modificar la estabilidad del cuerpo. De esta forma, se adaptará lentamente a un nuevo estilo de vida que podrá sostener durante varios años.