Vida Moderna
Esta es la dieta que previene tumores y mejora la calidad de vida
Una alimentación adecuada, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol son factores que reducen el riesgo de padecer cáncer.
Cada año millones de personas son diagnosticadas con cáncer, convirtiéndose en la principal causa de muerte a nivel mundial. Por tal motivo, la prevención de la enfermedad como su tratamiento son de alta relevancia en el mundo actual.
En este contexto, llevar una alimentación adecuada, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol son factores que reducen el riesgo de padecer esta enfermedad.
Aunque no existen ingredientes que propaguen o curen su aparición, si hay un conjunto de hábitos alimentarios capaces de reducir la probabilidad de padecer esta patología.
Guía de un menú anticáncer
Como primera medida, es importante mantener un peso saludable: el exceso de grasa corporal y las patologías asociadas a ello, como la resistencia a la insulina, están asociadas con un mayor riesgo de padecer cáncer de tiroides, esófago, hígado, colon, riñón, mama o próstata, además de promover la metástasis en algunos tumores, como el de pulmón.
Tendencias
En ese sentido, existe una serie de alimentos y nutrientes que ayudan a prevenirlo, por ejemplo, seguir una dieta rica en fibra (fruta, verdura, legumbres y cereales integrales) está asociada con un menos riesgo de padecer cáncer de tiroides.
Expertos en nutrición aseguran que el consumo de frutas y verduras reduce la posibilidad de desarrollar varios tipos de cáncer, como el de boca y esófago, mientras que los cereales integrales pueden contribuir a prevenir el cáncer colorrectal.
Adicionalmente, se aconseja limitar el consumo de alimentos con alto contenido de grasas de mala calidad (grasas saturadas y trans), almidones y azúcares. Este último corresponde a alimentos ultraprocesados como bebidas energéticas y embutidos.
Con relación a los distintos tipos de dieta, se destaca la “Mediterránea” la cual es conocida por reducir las papeletas que desarrollan cáncer de mama y de colon. Se caracteriza por emplear el aceite de oliva virgen como fuente principal de grasa; una ingesta elevada de verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos y legumbres; un consumo moderado de pescado y lácteos y escasa cantidad de carnes rojas y procesadas.
Mejore su calidad de vida
Es evidente que mantener una dieta equilibrada disminuye el riesgo de padecer cáncer, pero no lo evita. Una vez que aparece la enfermedad, combinar los alimentos mencionados con el tratamiento médico que corresponda, puede mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente. Además, contribuye a mitigar algunos efectos secundarios de los tratamientos y disminuye el riesgo de infecciones.
Es muy común que los pacientes con cáncer sufran desnutrición debido a los tratamientos y al mismo efecto de la patología en el cuerpo humano. Evitar la desnutrición puede mejorar el pronóstico aumentando los niveles de energía de la persona.
Es importante tener en cuenta la importancia de cubrir los requerimientos de energía y proteínas en quienes padecen esta enfermedad, ya que estas últimas son las encargadas de reparar los tejidos afectados por cirugía, quimioterapia o radioterapia. Para ello, es recomendable consumir alimentos ricos en proteínas como los huevos, lácteos, pescado y legumbres.
En definitiva, la dieta debe adaptarse al individuo, a sus necesidades y a los cambios constantes de su estado físico. De esta forma, en pacientes con náuseas y vómitos suelen ser tolerados alimentos fríos y ligeros como fruta, yogures, ensaladas de pasta o arroz.
En caso de que la persona afectada experimente algún tipo de dificultad para masticar, puede ser útil triturar la comida y añadir espesantes y gelificantes que mejoren la textura de cada proteína con el fin de evitar el uso de sonda para administrar los alimentos.
En conclusión, conviene subrayar que, aunque la dieta no cura el cáncer, si mejora el pronóstico y ayuda a prevenirlo.