Vida Moderna
Esta es la forma de consumir miel para tratar la gastritis
Este alimento se puede combinar con un té verde, siempre y cuando la gastritis no sea grave. En caso de serlo, los tratamientos son con medicamentos.
No hay secreto en que la gastritis es una enfermedad que, más que incomodar, no se debe pasar desapercibida. Si bien los síntomas pueden ser leves de gravedad, hay que acudir a un especialista de la salud. En los casos que no son peligrosos, el tratamiento puede hacerse desde casa mediante bebidas fáciles de preparar.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que la gastritis es un padecimiento presentado cuando el revestimiento del estómago se inflama, ocasionando molestias que pueden durar un corto tiempo o varios meses, dependiendo del grado de complejidad que tenga el organismo.
Para dar con la causa de esta condición, las razones son diversas; desde el consumo excesivo de ciertos medicamentos (aspirina, ibuprofeno, naproxeno, entre otros fármacos) hasta la ingesta excesiva de alcohol o una infección estomacal. El método correcto para hallar a ciencia cierta con el origen es acudiendo a un especialista de salud al experimentar los síntomas.
Otras razones que responden a la gastritis son: trastornos autoinmunitarios, reflujo de bilis, consumo de sustancias psicoactivas, beber sustancias cáusticas o corrosivas, estrés extremo y un virus. Sin embargo, estas causas son menos frecuentes que los mencionados anteriormente.
Con respecto a los síntomas, Medline Plus señala que los más notables son: inapetencia con los alimentos, náuseas, vómitos constantes y dolores en la parte superior del abdomen. Cuando la gastritis es de gravedad, los pacientes padecen de tener heces negras y vomitar sangre o material café.
Al momento de acudir a un centro de salud, un especialista se encargará de realizarle los siguientes exámenes al paciente. El primero será un conteo sanguíneo completo (CGS), el cual buscará indicios de anemia. También se realizará un examen de estómago con un endoscopio (esofagogastroduodenoscopia) para efectuar una biopsia que proporcione detalles del revestimiento en esa zona.
Por otro lado, el siguiente procedimiento que se pone en marcha es una prueba de aliento o heces, con el objetivo de esclarecer si hay presencia de la bacteria H.pylori, causante de las infecciones gastrointestinales. Finalmente, el tercer examen también es con las heces, aunque para este caso se analiza la cantidad de sangre con la que son defecadas desde el organismo. En ciertos casos, se desarrolla una hemorragia digestiva.
A partir de la información de Medical News Today, la gastritis afecta el recubrimiento del estómago, por lo cual se hincha, pero se puede tratar con remedios caseros que no requieren muchos ingredientes. Cabe indicar que estos funcionan cuando la condición no es de gravedad, dado que si es así, la solución debe ser con tratamiento médico.
Entre estos, uno de los más recomendados es consumir té verde (o negro), una vez por semana, para reducir la propagación de la bacteria H.pylori en el tracto digestivo. Asimismo, la bebida se puede acompañar con miel (especialmente de manuka), debido a que este producto cuenta con propiedades antibacterianas que contrarrestan la infección de manera natural.
Los ingredientes para este té son los siguientes: 250 mililitros de agua, siete gramos de té verde y una cuchara de miel. Frente a la preparación, primero hay que incorporar el té verde con una taza de agua hirviendo. La mezcla se tapa y se deja reposar en un lapso de 10 minutos. Acto seguido, se filtra la bebida con un colador para agregarle la miel. Como tal, la sugerencia es el consumo dos veces al día y mínimo tres veces a la semana.
Tal como se afirmó anteriormente, este remedio solo funciona para los pacientes que padecen de gastritis leve. En los casos que la condición es agravante, se requiere otros procedimientos, como lo son el tratamiento mediante antiácidos, antagonistas H2 (famoridina, cimetidina y nizatidina) e inhibidores de la bomba de propones (omeprazil, esomeprazol, lansoprazole, rabeprazol y pantoprazol).