SALUD
Esta es la mejor hora para irse a dormir, según expertos
La falta de sueño está relacionada con problemas metabólicos, emocionales, del corazón y cognitivos.
El sueño es un proceso que ocupa la tercera parte de la vida del ser humano y es imprescindible para mantener regulado el organismo. Dormir bien no solo hace la diferencia entre tener un buen o un mal día, sino entre alcanzar o no unas mejores condiciones de salud.
Es clave para la protección del sistema inmunológico, ya que en ese período se llevan a cabo las funciones necesarias para mantener su equilibrio. Mientras las personas duermen, el cuerpo aprovecha para regenerarse y fortalecerse en sus funciones contra las toxinas y los gérmenes que pueden afectarlo.
La falta de sueño está relacionada con problemas metabólicos, emocionales, del corazón y cognitivos; así como con enfermedades como la diabetes o la obesidad. Según el portal Medical News Today, dormir lo suficiente es esencial para mantener una salud y un bienestar óptimos. Cuando se trata de la salud, el sueño es tan vital como el ejercicio regular y una dieta balanceada.
¿Pero cuál es la mejor hora para dormirse? Un estudio publicado en la revista European Heart Journal y realizado por la Sociedad Europea de Cardiología, indica que la hora ideal para iniciar el sueño es entre las 10:00 p. m. y las 11:00 p. m., horario que se asocia con tener un menor riesgo de padecer un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
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Los científicos descubrieron que las personas que duermen entre esas horas de la noche tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón en comparación con aquellas que acostumbran conciliar el sueño más temprano o más tarde.
Según los resultados de la investigación, las personas que inician su sueño entre las 22:00 y las 22:59, tienen un riesgo de 25 % de sufrir enfermedades cardiovasculares, mientras que el porcentaje aumenta 12 puntos en aquellos que se acuestan entre las 23:00 y las 23:59, y 24 % en quienes se quedan dormidos antes de las 22:00.
La cantidad de sueño que una persona necesita depende de varios factores, especialmente de la edad. Aunque los requerimientos varían significativamente entre individuos, lo cierto es que dormir bien es determinante para cualquier persona independiente de la etapa de la vida en la que se encuentre.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, dormir las horas requeridas es clave para el cerebro y para el organismo. “El descanso afecta a casi todos los tejidos de nuestro cuerpo”, dice el médico Michael Twery, experto del sueño de la mencionada fuente. “Afecta las hormonas de crecimiento y del estrés, el sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular.”
Los expertos aseguran que durante la noche, la frecuencia cardíaca, la de la respiración y la presión arterial suben y bajan, un proceso que puede ser importante para la salud cardiovascular. De igual forma, mientras la persona duerme, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía. Estos cambios hormonales pueden incidir en el peso corporal.
Hay algunos malos hábitos del sueño o del estilo de vida que pueden causar insomnio o empeorarlo, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. En la lista se encuentran: acostarse a una hora diferente cada noche, realizar siestas diurnas, tener baja calidad del ambiente para dormir (demasiada luz o demasiado ruido), pasar mucho tiempo en la cama mientras se está despierto, no hacer suficiente ejercicio y ver televisión, utilizar el computador o un dispositivo móvil en la cama.
¿Cuánto tiempo dormir?
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos (CDC), plantean esta cantidad de horas por edades.
- Recién nacidos (0 a tres meses): 14 a 17 horas
- Bebés (cuatro a 12 meses): 12 a 16 horas
- Niños pequeños (uno a dos años): 11 a 14 horas
- Preescolares (tres a cinco años): 10 a 13 horas
- Niños en edad escolar (seis a 12 años): nueve a 12 horas
- Adolescentes (13 a 18 años): ocho a 10 horas
- Adultos (18 a 60 años): siete horas o más
- Adultos (61 a 64 años): siete a nueve horas
- Adultos (mayor de 65 años): siete a ocho horas