Esta es la relación entre la lactancia materna y la salud bucal de los bebés

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna que en 2022 tiene como lema: “Impulsemos la Lactancia Materna: Apoyando y Educando”, el cual hace referencia a la importancia del apoyo y acción conjunta de las familias y la sociedad en la promoción de esta práctica para la salud y seguridad alimentaria de la infancia.

La celebración es impulsada por la Organización Mundial de la Salud, OMS, la Organización Panamericana de la Salud, OPS, Unicef, y es promovida desde 1992 por World Alliance for Breastfeeding Action (WABA).

De hecho, esta red afirma que anualmente la lactancia materna podría prevenir 20.000 muertes maternas, 823.000 muertes de niños y 302 billones de pérdidas económicas, entre otros beneficios individuales.

La Academia Colombiana de Odontología Pediátrica (ACOP) publicó una serie de ventajas sobre el aporte de la lactancia materna a la generación de una salud bucal positiva en los niños y niñas.

“La lactancia materna, además de crear ese gran vínculo afectivo entre la madre y el bebé, es el mejor ejercicio que hace el recién nacido para desarrollar su cara y boca, entrenando los músculos, la lengua y los labios”, señala la doctora Adriana De la Torre, miembro de ACOP.

Los profesionales de la salud bucal destacan que entre las principales se encuentra la disminución de riesgo de maloclusiones en la dentición de niños.

Asimismo, el fortalecimiento del tono muscular, el favorecimiento del adecuado desarrollo de los maxilares y la correcta posición de los dientes en la arcada.

De acuerdo con la doctora De La Torre, existen estudios que han demostrado que uno de los beneficios de la lactancia materna también es favorecer un mayor coeficiente intelectual de los seres humanos.

Esto “gracias a que un correcto agarre del seno permite que los músculos de la boca, los labios y la lengua ejerzan la presión adecuada para extraer la leche creando un selle, y que ocurra el proceso esperado para que el bebé coma por la boca y respire por la nariz”.

Según la experta, se ha reseñado que, cuando el bebé puede culminar su alimentación con éxito, mediante un sueño de calidad podrá liberar la hormona del crecimiento.

Si no ocurre de esta forma, el neonato puede tener un sueño intermitente, que afecta su proceso hormonal y hace que permanezca cansado, desconcentrado, ansioso e inquieto, “impactando en ese desarrollo cognitivo”.

La Academia también resalta que es importante incentivar la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida y, posteriormente, iniciar la alimentación complementaria hasta los dos años.

Sin embargo, afirma que esto debe darse sin abandonar la lactancia materna, para entregar al bebé todos los nutrientes y defensas que esta aporta.

Los expertos explican que el nacimiento de los primeros dientes del bebé no debe ser un obstáculo para continuar con la lactancia materna. Lo anterior se debe a que la misma se realiza a través de la succión y presión que ejerce la lengua, y los dientes no deben lastimar o incomodar ni al bebé ni a su madre.

También se aconseja que los padres realicen la higiene bucal de su bebé a partir de los tres meses de edad, con una gasa húmeda con movimiento circulares, y desde el nacimiento del primer diente en adelante.