Vida moderna
Esta es la vitamina que se debe consumir para prevenir infartos
Es importante ingerir todo tipo de alimentos que sean buenos para la salud.
La salud del corazón es uno de los aspectos más importantes en la vida de cualquier ser humano. Para mantener este órgano vital sano se debe adoptar un estilo de vida saludable. Las recomendaciones de los profesionales de la salud son practicar ejercicio con frecuencia, mínimo tres veces a la semana, y alimentarse de forma sana.
Cuando los hábitos son poco saludables, es decir, se práctica el sedentarismo y se consumen de forma desmedida alimentos y productos cargados con azúcares, sodio y grasas dañinas, el corazón se empieza a afectar, suben los niveles de presión arterial, colesterol y triglicéridos en la sangre, y esto aumenta el riesgo de sufrir un infarto.
El ataque cardíaco, llamado técnicamente infarto de miocardio, se produce cuando se bloquea el flujo de sangre que va al corazón. Esta obstrucción se produce por una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias que forman una placa en las arterias que alimentan este órgano.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Asimismo, indicó que cada año fallecen más de 15 millones de personas por culpa de estas dolencias.
Tendencias
Estas enfermedades cardiovasculares dejan varias consecuencias en el organismo, por lo que consumir vitamina D, es una de las alternativas que puede ayudar a prevenirlas, así lo explica un estudio publicado por una revista médica del Reino Unido, British Medical Journal (The MBJ).
Según los especialistas, para prevenir esta afección es importante ingerir todo tipo de alimentos que sean buenos para la salud, como las proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes que se pueden obtener de ella.
Investigadores de The MBJ hicieron un estudio en el que participaron más de 20 mil personas, entre 60 y 84 años. Al final, llegaron a la conclusión de que la vitamina D contribuye a disminuir la incidencia de eventos cardiovasculares.
Dicho nutriente, ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de los minerales que mantiene los huesos fuertes. Además, combate las bacterias y los virus que atacan el sistema inmunológico.
La vitamina D se puede encontrar en diferentes alimentos, como atún fresco, trucha, salmón, caballa, congrio, jurel, sardinas, el huevo, el queso y la leche. Otra forma de producirla es a través de la exposición a los rayos del sol. Aunque, es importante limitar el tiempo ya que la radiación ultravioleta puede generar graves complicaciones.
¿Qué señales tiene el cuerpo para alertar un infarto?
Caída del cabello: esto es considerado como una situación que se suele asociar al riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Además, se trata de un problema que generalmente se presenta en hombres mayores de 50 años.
Sudoración excesiva: estudios indican que esta situación se presenta con más frecuencia en las mujeres y en ciertas ocasiones se suele confundir con los sudores nocturnos que se producen con la menopausia.
Sensación constante de cansancio: algunas personas presentan una inusual fatiga y este es considerado como uno de los principales síntomas que indica un posible ataque al corazón. Vale la pena recalcar que esta sensación de cansancio no es similar la que se produce luego de hacer ejercicio o realizar una extenuante jornada de trabajo, pues se trata de una fatiga más intensa.
Dolor severo en el abdomen: normalmente, estos dolores son intermitentes, en algunos momentos son de gran intensidad, luego desaparecen y después se vuelven a presentar con gran fuerza.
Insomnio: cuando hay esta afección, las personas también pueden padecer una gran ansiedad, lo cual conlleva a que sea más difícil mantener el sueño.
Dificultad para respirar: al presentar dificultades para ejecutar una inhalación profunda es una advertencia ante un posible ataque al corazón. Expertos consideran que esta es una alerta temprana que se debe tomar con mucha seriedad.
Dolores en el pecho: a veces la molestia puede extenderse hacia los brazos, hombros, cuello o estómago y por ello es una situación que no debe ser tomada a la ligera.