Estado de ánimo: los mejores alimentos y vitaminas para tener un buen humor

Las personas pueden sentirse tristes o irritables de vez en cuando por afecciones médicas, situaciones o hechos estresantes de la vida, como pérdida de trabajo, divorcio o fallecimiento de algún familiar, entre otras.

Es por ello que existen varios alimentos que tienen la capacidad de elevar el ánimo, y la revista Muy Interesante reveló los más comunes, por ejemplo, los cereales integrales con leche, ya que estos alimentos tienen tiamina (vitamina B1) que ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía.

La otra sugerencia son los arándanos, las fresas, el té, las nueces y el salmón, ya que la revista reveló que la investigadora de la Universidad Autónoma de México Karina Martínez-Mayorga ha demostrado que “todos contienen componentes del sabor estructuralmente muy similares al ácido valproico, un medicamento antiepiléptico que también se usa también para suavizar los cambios de humor”.

La tercera recomendación es consumir frutas y verduras, ya que estas contienen nutrientes esenciales para el organismo y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación balanceada y saludable debe incluir al menos 400 g (es decir, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día.

La siguiente sugerencia es consumir chocolate, porque este ayuda a segregar sustancias que hacen que las personas se sientan mejor. Según le explicó al hospital psiquiátrico Quinta Bonita la nutrióloga Belén Ocampo, el chocolate negro actúa en el cerebro y en el estado de ánimo, ya que contiene un aminoácido llamado triptófano, que produce serotonina. Además, no solo es ideal para subir el ánimo, sino también para mejorar la circulación de la sangre y la salud cardiovascular. No obstante, no se debe consumir en exceso, porque pierde las propiedades y podría tener efectos secundarios en la salud, como la elevación de la glucosa en la sangre.

La última recomendación de la revista es consumir ensalada de algas marinas, ya que “son ricas en iodina, un nutriente esencial del organismo”.

No obstante, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, existen algunos trastornos del estado de ánimo que pueden interferir en la capacidad para funcionar y comprenden los siguientes:

• Trastorno depresivo mayor: períodos prolongados y persistentes de tristeza extrema.
• Trastorno bipolar: también denominado «depresión maníaca» o «trastorno afectivo bipolar»; se trata de una depresión que alterna entre momentos de depresión y manía.
• Trastorno afectivo estacional: forma de depresión que, muy a menudo, está relacionada con tener menos horas de luz solar en las latitudes que se encuentran más al norte y más al sur, desde fines de otoño hasta principios de la primavera.

• Trastorno ciclotímico: trastorno que provoca altibajos emocionales algo menos extremos que en el trastorno bipolar.
• Trastorno disfórico premenstrual: cambios en el estado de ánimo e irritabilidad que se producen durante la fase premenstrual del ciclo de la mujer y desaparecen con el comienzo de la menstruación.
• Trastorno depresivo persistente (distimia): forma de depresión a largo plazo (crónica).
• Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo: trastorno de irritabilidad crónica, grave y persistente en los niños, que, a menudo, comprende berrinches frecuentes que no son coherentes con la edad de desarrollo del niño.
• Depresión relacionada con una enfermedad física: estado de ánimo deprimido persistente y pérdida significativa del placer en todas las actividades o en gran parte de estas, que tiene relación directa con los efectos físicos de otra enfermedad.
• Depresión inducida por el consumo de drogas o medicamentos: síntomas de la depresión que se presentan durante el consumo de sustancias, o poco después de este, de la abstinencia o después de la exposición a un medicamento.

Por tal razón, si se llega a presentar algún trastorno del estado de ánimo, antes de consumir algún alimentos y esperar que el estado de ánimo cambie por sí solo, se debe consultar a un experto de la salud.