Vida Moderna
Estas hortalizas ayudan a desechar toxinas y enriquecer el organismo con vitaminas
Se trata de alimentos que son claves para tener una dieta saludable y balanceada.
Las hortalizas son plantas que pueden ser cultivadas y consumidas por los seres humanos. Son conocidas por ser saludables y aportar múltiples beneficios al organismo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), las hortalizas incluyen una amplia gama de frutas, hojas, raíces, tallos y hasta flores (como por ejemplo la coliflor).
“En los países en desarrollo, casi todos los tipos de hortalizas se consumen poco después de su cosecha; a diferencia de los cereales, los tubérculos, las raíces feculentas, las legumbres, las nueces, ellas rara vez se almacenan por períodos prolongados (con unas pocas excepciones como el zapallo y otras calabazas)”, advirtió la FAO.
Y señaló que se ha identificado que algunas poblaciones rurales de continentes como Asia, América Latina y África las personas tienen que recolectar una buena parte de las hortalizas que requieren incluir en su dieta.
No obstante, ese organismo multilateral también señaló que la cantidad de estas plantas que son consumidas por los seres humanos de forma silvestre ha bajado.
En esa medida, el grueso de las hortalizas se cultivan y se consiguen en granjas, huertas y distintos mercados.
“Las hortalizas son una parte muy importante de la dieta. Casi todas son ricas en caroteno y vitamina C y contienen importantes cantidades de calcio, hierro y otros minerales. Su contenido de vitaminas B generalmente es pequeño. Por lo general, suministran solo un poco de energía y muy poca proteína. Una gran proporción de su contenido consiste en residuo no digerible, que agrega volumen o fibra a las heces”, advirtió la FAO.
Por ello, pueden ser muy útiles para ayudar a que el cuerpo elimine algunas toxinas. El medio argentino El Clarín señala que, por ejemplo, las espinacas pueden ser muy útiles para este fin, pues aportan fibra y cuentan con buenos niveles de agua.
Otras hortalizas que pueden ser claves para eliminar las toxinas que entran al cuerpo son la acelga, el kale, las algas, el apio y la remolacha, de acuerdo con el medio citado. Esta última verdura contiene un componente llamado betanina, que le da su color rojo y que tiene propiedades antioxidantes.
“En muchas dietas tropicales las hojas verde oscuro son las hortalizas más valiosas, debido a que contienen mucho más caroteno y vitamina C, así como mayor cantidad de proteína, calcio y hierro, que las hojas verde pálido y otras hortalizas. De este modo, el amaranto es muy superior al repollo o la lechuga. Las hojas de la calabaza, la batata y las de la yuca, como muchas hojas comestibles silvestres, son también excelentes”, señaló, por su parte la FAO.
A su vez, citó algunos casos especiales de hortalizas que pueden ser conservadas con gran facilidad. Por ejemplo, señaló que las calabazas se almacenan durante varios meses sin que pierdan valores nutritivos significativos.
Eso sí, señaló que en muchos casos cocinar las hortalizas durante tiempos prolongados puede hacer que estas pierdan algunas propiedades, como los niveles de vitamina C.
“Un aumento en el consumo de hojas verdes y otras hortalizas podría tener un papel importante en la reducción de la carencia de vitamina A, que es muy generalizada en los niños, y podría ayudar a disminuir la deficiencia de hierro en todos los segmentos de la población, pero sobre todo en mujeres en edad fértil. Un mayor consumo de hortalizas suministra además calcio y vitamina C adicionales, previene el escorbuto y quizá además ayuda a cicatrizar úlceras y heridas. La vitamina C también aumenta la absorción de hierro”, advierte el ente multilateral.
Por último, la FAO anotó que es posible cultivar hortalizas en los propios hogares e incluso en huertas escolares, una actividad que puede convertirse en una alternativa nutricional para los niños y sus comunidades.