Neurociencia
Estas son las claves para mejorar el aprendizaje y estimular el cerebro
Las investigaciones recientes dan pistas sobre lo que puede aportar a un mejoramiento del rendimiento escolar.
La mayor parte de las ideas para lograr un mejor rendimiento académico tienen que ver con los razonamientos teóricos y filosóficos para lograrlo, y por lo general se busca complementar esto con una serie de prácticas en el corto y mediano plazo, de acuerdo con Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
En un artículo para El País, el autor de Aprender, recordar y olvidar: claves cerebrales de la enseñanza eficaz, resaltó que hay algunos procedimientos basados en investigación en neurociencia y psicobiología, “que pueden tener su versión particular en cada nivel y contexto educativo”.
Se enumeraron en diez puntos específicos:
1. La práctica regular de actividad física: según Morgado, el ejercicio trae beneficios para las capacidades cerebrales, pues se demostró que aquellos que tienen mayor actividad física cuentan con mejor memoria y más capacidad de pensamiento rápido de información en la cabeza.
Esto se debe al BDNF que se produce con el ejercicio, que es una proteína del cerebro que incrementa la capacidad de las neuronas de generar conexiones entre ellas, el número de las que nacen diariamente y la vascularización y aporte de sangre que reciben.
2. No consumir grasas en exceso: otro factor importante es mantener una alimentación sana, pues el exceso de grasa disminuye la la sensibilidad de los receptores NMDA, las moléculas del cerebro que ayudan a la plasticidad neuronal y forma la memoria en espacios como hipocampo y la corteza cerebral.
3. Dormir el tiempo necesario: cuando se tiene el sueño anticipado se alista de alguna manera al cerebro para aprender, y si este sucede después del aprendizaje, se impulsa a la creación y estabilización de las memorias. Esto ocurre porque las mismas neuronas que registran información, se activan cuando se duerme, y lo hacen más rápido y dan prioridad a las que registraron los aprendizajes a los que se atribuyó mayor importancia o valor de futuro.
4. Entrenar la memoria de trabajo: esta es la que se usa para pensar, razonar, planear el futuro y tomar decisiones, por lo que se tienen en cuenta, por ejemplo, posibles movimientos en una partida de ajedrez. La práctica intensa de este tipo de memoria aumenta la actividad de la corteza prefrontal y parietal, y fortalece las conexiones neuronales entre ambos hemisferios del cerebro.
5. Orientar el aprendizaje a través de preguntas: de esta manera el aprendiz centra sus esfuerzos en temas específicos y busca fuentes de información para resolver los interrogantes. Estimula además la creación de autonomía para aprender en el futuro.
6. Recordar constantemente lo que se aprendió: hacer preguntas sobre lo que se aprendió hace poco estimula a la memoria a largo plazo, pues se promueve el reclutamiento de los circuitos neuronales del recuerdo en las subsecuentes oportunidades de estudio.
7. Estrés moderado: pese a que se tiene el ideal de que este es malo, Morgado destaca que esto activa estructuras cerebrales como la amígdala y además libera en la sangre hormonas como la adrenalina y los glucocorticoides, lo que puede ayudar a aprender más fácil, pues interfiere directa o indirectamente en los circuitos neuronales del cerebro.
8. Leer: este es considerado uno de los métodos más eficaces para ejercitar el cerebro porque requiere varios procesos mentales simultáneamente, entre los que están la percepción, la memoria y el razonamiento.
Cuando se lee, el hemisferio izquierdo del cerebro funciona más, pues es la parte de este órgano que cuenta con capacidades analíticas.
9. Aprender más de una lengua: esto impulsa la atención selectiva y mayor capacidad de desarrollo del hábito de conmutar contenidos mentales, lo que les facilita la adquisición de aprendizajes complejos.
10. Evaluaciones orales: esto no solo sirve para verificar rigurosamente el conocimiento adquirido, sino que, impulsan a una mayor inversión en el tiempo de estudio y análisis sobre un tema en específico.