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Las enfermedades más diagnosticadas y que afectan de manera directa la salud mental son la depresión y la ansiedad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

VIDA MODERNA

Estas son las frutas aliadas de la buena salud mental y el bienestar emocional

La alimentación influye de manera directa en la salud física y mental de una persona.

27 de diciembre de 2022

Uno de los males que más aqueja a un número significativo de personas son las enfermedades mentales, pues influyen en el diario vivir de los pacientes y en varias ocasiones necesitan de medicación y del acompañamiento de un profesional para ser tratadas.

El estrés, el corre corre y las presiones del día a día pueden detonar algunas de ellas, aunque también pueden influir la genética de la persona y las vivencias que ha tenido que atravesar a lo largo de su vida.

Se cree que todas las personas en algún momento de su vida ha padecido de alguna de estas enfermedades, siendo las más comunes la depresión y la ansiedad. Estas patologías se diagnostican cuando los síntomas se extienden por más de cuatro semanas.

El portal Mental Health menciona que, por lo general, se piensa que las personas que padecen de una enfermedad mental son agresivas. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que son diagnosticados con estas patologías no lo son y “solo el 3 % o 5 % de los actos violentos pueden atribuirse a personas que padecen de una enfermedad mental grave”.

Alimentos que promueven un mejor estado de ánimo y salud mental

El portal de salud y cuidado personal Baptist Health menciona una lista de alimentos que previenen y mejoran las condiciones de salud de los pacientes que han sido diagnosticados con una enfermedad mental. Antes de consumirlos se recomienda contar con la aprobación de un profesional de la salud y más cuando se tiene otra patología que requiera de observación médica frecuente.

La nutricionista Carla Dueñas es quien menciona la importancia de involucrar estos alimentos en el plan de alimentación.

Según Ceinfes, el 50 por ciento de los jóvenes piensa que es una persona que no vale para nada, uno de los indicadores más preocupantes de su más reciente estudio.
Según Ceinfes, el 50 por ciento de los jóvenes piensa que es una persona que no vale para nada, uno de los indicadores más preocupantes de su más reciente estudio. | Foto: iStock
  • Antioxidantes: “Los antioxidantes contienen ciertas vitaminas, específicamente las vitaminas A, C y E, las cuales se ha demostrado en distintas investigaciones que combaten los trastornos vinculados con el estrés como la depresión y la ansiedad”. Para obtener este tipo de compuestos es importante incluir en el plan de alimentación frutas como las ciruelas, los arándanos azules y zarzamoras, ya que las frutas de color oscuro se caracterizan por tener altas concentraciones de antioxidantes. También es crucial consumir vegetales de hoja verde como la espinaca, la col rizada, los coles de Bruselas, el brócoli, las remolachas y los pimentones rojos.
  • Grasas saludables: “Los ácidos grasos omega-3 que contienen lo que llamamos las ‘grasas saludables’ pueden reducir la inflamación y algunos estudios sugieren que tienen un efecto estabilizador en el estado de ánimo y que ayudan a tratar la depresión”. Las grasas saludables se obtienen cuando se consumen pescados como el salmón, la trucha, la caballa, las anchoas y las sardinas. También están presentes en aceites de plantas como el aceite de oliva extravirgen y el aceite de semilla de ajonjolí, al igual que semillas de chía y de lino, que adicionalmente son una buena fuente de fibra.
  • Fibra: “La fibra ayuda a estabilizar los niveles de azúcar al reducir la velocidad en que el cuerpo la procesa, llevando a un mejor control del ánimo”, dice nutricionista Carla Dueñas. “Con el pasar del tiempo, esto ayuda a evitar los sentimientos extremadamente altos y bajos”. Para obtener fibra es importante consumir alimentos como granos enteros como la pasta de trigo, las hojuelas de salvado, cebada perlada, avena. Además, frutas y vegetales de colores oscuros como las zarzamoras, las frambuesas, las alcachofas, el brócoli y los coles de Bruselas. Se pueden incluir además frijoles, lentejas, frijoles negros, frijoles de lima y frijoles rojos.