Salud
Estas son las razones por las cuales no se debe hacer crujir los dedos
Para algunas personas, esto las ayuda a relajarse.
“Crujirse los dedos” o “tronarse los dedos” es una costumbre en muchas personas. El sonido que se produce por el roce de los huesos proviene de “las bolsas de gas al explotar dentro de la cápsula de líquido sinovial que hay entre cualquier articulación del cuerpo humano”, explica Sanitas, entidad de salud.
El líquido sinovial es el encargado de lubricar las articulaciones para que funcionen correctamente. Sin embargo, con el paso del tiempo, se disminuye y el desgaste de las articulaciones provoca algunos dolores, como en rodillas, cadera o tobillos.
Cuando se hace crujir los nudillos, la cápsula sinovial se dilata, al igual que los gases de su interior, los cuales estallan y desaparecen por varios minutos. Esa es la razón por la cual no se pueden crujir los dedos dos veces seguidas.
Uno de los mitos alrededor de crujirse los dedos es que esto puede provocar artritis. Frente a esto, Sanitas explica que, aunque los nervios y tendones cambian de posición, no se ha demostrado que esto aumente el riesgo de sufrir esa enfermedad.
Aunque tronarse los nudillos no provoque una lesión o aumente el riesgo de sufrir enfermedades en las manos como artritis, Tua Saúde, portal especializado en salud, explica que el exceso de fuerza o hacerlo exageradamente puede causar daños en la articulación o en la rotura de los ligamentos.
Según detalla el sitio web, “cuando se tronan los dedos demora hasta 20 minutos para que puedan crujir nuevamente, pues este es el tiempo que los gases necesitan para formar una nueva burbuja. En caso de que la articulación sea forzada en este período, o incluso si es usada mucha fuerza para tronarlos, pueden surgir lesiones”.
Articulaciones saludables
El ejercicio es una de las herramientas para prevenir los problemas en las articulaciones. La actividad física “fortalece los músculos alrededor de las articulaciones y les ayuda a trabajar mejor”, indica Medline Plus.
En caso de tener una afección articular, es la mejor opción para tratar la enfermedad y aliviar el dolor. Se debe tener en cuenta que la actividad física no debe implicar esforzar las articulaciones. “Algunos ejemplos incluyen caminar, andar en bicicleta y nadar. Hacer actividad física también puede retrasar el comienzo de la discapacidad relacionada con la artritis y ayudar a las personas con artritis a manejar otras afecciones crónicas como la diabetes, la enfermedad cardíaca o la obesidad”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Para las personas que tienen artritis, hacer ejercicio puede preocuparlas, debido a una posible lesión. Para evitar esto y hacerlo de forma segura, los CDC brindan varias recomendaciones:
- Comenzar con poca actividad física y aumentar poco a poco.
- Cambiar la actividad cuando los síntomas de la artritis se incrementen.
- Realizar ejercicios que no lleven a esforzar las articulaciones.
- Hacer ejercicio en lugares seguros.
- En caso de tener dudas, consultar a un doctor para conocer a profundidad cómo se puede realizar actividad física teniendo esta condición.
Artritis
La artritis es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar las articulaciones y, en algunas personas, puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
Además, esta enfermedad es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Esta entidad, sin ánimo de lucro, explica en su página web que la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una dolorosa hinchazón que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Algunos síntomas de esta enfermedad son:
- Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
- Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
- Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.
No obstante, Mayo Clinic señala que al comienzo de la enfermedad las articulaciones más pequeñas, especialmente las que unen los dedos, tanto en las manos como en los pies, son las primeras en verse afectadas y, a medida que avanzan los síntomas, suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros.