Estas son las vitaminas necesarias para fortalecer el sistema inmunológico

Los déficits nutricionales afectan negativamente la capacidad del sistema inmunológico para responder a las agresiones generadas por virus y bacterias. Este sistema es una compleja red de células, tejidos y órganos, que de manera complementaria le ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades, según la biblioteca médica MedlinePlus.

Cuando los gérmenes invaden el cuerpo, atacan y se multiplican. Esto se conoce como infección. La infección causa la enfermedad y el sistema inmune lo que hace es proteger al organismo de la misma, explica la citada fuente.

De esa compleja red hacen parte la piel, que ayuda a evitar que los gérmenes ingresen al cuerpo; las membranas mucosas, que son los revestimientos internos húmedos de algunos órganos y cavidades corporales, y los glóbulos blancos, cuya misión es luchar contra los gérmenes.

También están los órganos y tejidos del sistema linfático, que incluyen el timo, el bazo, las amígdalas, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos y la médula ósea, cuyo trabajo se centra en producir, almacenar y transportar los glóbulos blancos.

La alimentación es clave para fortalecer el sistema inmunológico y dentro de la misma se deben incluir productos que aporten determinadas vitaminas que ayudan en este propósito. Estas son algunas de ellas.

Vitamina C

El portal Cocina Vital, de México, asegura que este nutriente actúa en el organismo como una barrera externa que impide el paso de bacterias y virus. De igual forma, favorece la producción de colágeno, un componente muy importante para la piel, los huesos, los vasos sanguíneos, los cartílagos y la mucosa.

Esta vitamina se encuentra de manera natural en alimentos como: cítricos; naranja, limón y toronja, en frutas como la guayaba, kiwi, mango, piña, melón, fresas y bayas; también en las verduras como los pimientos, tomates, col y hortalizas, en general.

El portal Healthline cita una revisión en más de 11.000 personas, en la cual se concluyó que tomar entre 1.000 y 2.000 miligramos de esta vitamina al día redujo la duración de los resfriados en un 8 % en adultos, y en un 14 % en niños.

MedlinePlus asegura que el cuerpo no puede producir la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena por lo que incluir alimentos que la contengan en la dieta diaria es determinante, pues además de estos beneficios, al ser un potente antioxidante esta vitamina ayuda a bloquear el daño causado por los radicales libres.

Vitamina D

Healthline asegura que la deficiencia de vitamina D aumentaría las probabilidades de enfermarse, por lo que tomar suplementos puede contrarrestar este efecto. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos precisan que este nutriente es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.

Pescados grasos como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado, se encuentran entre las mejores fuentes naturales de vitamina D. El hígado de ganado vacuno, la yema de huevo y el queso también contienen cantidades pequeñas. De igual manera, puede obtenerse a través de la exposición a la luz solar durante cortos periodos.

Vitamina E

Esta vitamina se caracteriza por ser un gran antioxidante, que cuida al organismo de la formación de moléculas tóxicas. También se ha comprobado que aumenta la respuesta inmunológica, precisa Cocina Vital.

Algunos alimentos ricos en vitamina E son el aceite de canola, el de oliva, la margarina, las almendras y el maní. Así mismo, se puede obtener de las carnes, los productos lácteos, los vegetales de hoja verde y los cereales fortificados. Además, está disponible como un suplemento oral en forma de cápsulas o gotas.

Vitamina A

Según el médico y máster en nutrición humana, Jaume Serra, en una publicación escrita en el portal Cuerpo Mente, el déficit de este nutriente genera una alteración de la inmunidad innata mediada por células y de la secreción de anticuerpos. Además, es esencial para la integridad de las mucosas implicadas en el sistema defensivo que evita la entrada de agentes patógenos al organismo.

Esta vitamina puede hallarse en la yema de huevo, el hígado y la carne de animales. Otra forma de obtenerla es como provitamina A que abunda en productos de color naranja como la zanahoria, la calabaza, el boniato y el albaricoque.