Vida moderna
Estas son las vitaminas que deben tomar los hombres después de los 40 años
La vitamina C es necesaria para que el organismo produzca colágeno y, además, reduce la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Una vez que se cruza la barrera de los 40 años, la energía y salud de los hombres mayores sufren cambios significativos. Las reservas de minerales, proteínas, hormonas y vitaminas disminuyen de una manera importante a partir de dicha edad, por lo que es fundamental aportárselas al organismo de forma externa.
Cabe resaltar que todo cambio en el cuerpo es consecuencia de una carencia o disminución de ciertos elementos principales. El cuerpo empieza a perder densidad ósea, por lo que el calcio y la vitamina D son dos nutrientes fundamentales en la dieta, según el portal Mejor con Salud.
Otra de las vitaminas esenciales es la vitamina C, la cual es necesaria para que el organismo produzca colágeno y, además, reduce la mortalidad por enfermedad cardiovascular, contribuye a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas y ayuda contra las infecciones mejorando el sistema inmune, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Cuando se llega a los 40 años de edad se debe reforzar mucho más el consumo de suplementos y vitaminas para el cuerpo que garanticen su buen funcionamiento junto con una buena alimentación.
Lo más leído
Alimentos a evitar
- Dulces
- Pan blanco
- Patatas fritas
- Colorantes y pesticidas.
- Salados
- Conservas
- Ahumados
- Quesos curados
- Carnes
- Embutidos
- Bebidas azucaradas
- Comida rápida
- Alimentos precocinados
- Alimentos refinados y pastelería industrial
Vitaminas
Vitamina B12
- Es esencial para el buen funcionamiento del cerebro y la sangre.
- A medida que pasan los años, y las personas se vuelven mayores, el cuerpo tiene más dificultad para absorber los alimentos que se consumen, debido a los niveles de ácidos estomacales disminuyen. Esta vitamina ayuda a cumplir dicha función, según el portal Mejor con Salud.
Según los expertos de los National Institutes of Health, la carencia de esta vitamina suele provocar:
- Pérdida del apetito.
- Anemia megaloblástica, entre otros.
- Cansancio.
- Debilidad.
Vitamina C
- La vitamina C tiene relevancia fisiológica para el músculo esquelético y puede protegerlo durante el envejecimiento, ya que ayuda a defender las células y los tejidos que componen el cuerpo de las sustancias de radicales libres.
- Según una nueva investigación publicada por Alimente señalan que la vitamina C en la dieta también es importante para la salud muscular y puede ser útil para prevenir su pérdida asociada con la edad.
Magnesio
- El magnesio por su parte, tiene múltiples funciones en el cuerpo, pero su rol como soporte de la salud de los huesos es el más importante para los mayores de 40.
- Se desempeña en la formación de los huesos y balanceando la concentración de ciertas hormonas y la vitamina D, todas importantes en la prevención del debilitamiento de los huesos.
- Se puede encontrar magnesio en almendras, brócoli, espinaca, frejoles, lácteos y cereales fortificados.
Vitamina D
- La vitamina D se obtiene fácilmente al exponerse a la luz solar y al consumir huevo y leche. Esta vitamina es esencial para la absorción de calcio en el cuerpo,
- Una mala absorción de la misma puede generar diabetes, esclerosis múltiple, enfermedades cardiovasculares y enfermedades crónicas.
Calcio
- Ayuda a funciones en el cuerpo como la contracción muscular, así como el correcto funcionamiento del corazón y los nervios.
- Si no se consume suficiente calcio en la dieta, el cuerpo empezará a extraerlo de los huesos, dejándolos más débiles.
- Se puede encontrar en alimentos como lácteos, sardinas, tofu, almendras, espinacas y brócoli.
Vitamina E
- Al llegar a los 40, se deberían proteger las articulaciones, por eso se debe mejorar el aporte de vitamina E, que será el precursor de los estrógenos.
- Se puede conseguir tomando sobre todo omega 3.
- Los omega 3 pueden obtenerse a través de dos fuentes: A partir del aceite de pescado y aceite de krill o con ingredientes como la linaza, semillas de chía, semillas de cáñamo y aceite de soja. Estos ácidos grasos, además, van a mejorar la hidratación de la piel.