Belleza
Estas son las zonas del cuerpo en las que más duele hacerse un tatuaje
Antes de hacerse un tatuaje es clave asegurarse de lo que implica y de sus posibles riesgos.
Los tatuajes cada vez están más de moda. Los hay de todos los tamaños, tonos, colores, figuras y las partes del cuerpo usadas para realizarlos son múltiples.
El instituto Mayo Clinic los define como una marca permanente o un diseño hecho en la piel con pigmentos insertados por medio de punciones en la capa superior de esta.
Para cada persona un tatuaje significa una experiencia diferente. Plasmar en cada uno un mensaje, un gusto, un amor, una idea o una frase hace parte del cumplimiento de sueños o incluso de actos de rebeldía. Pero sea cual sea la razón, lo cierto es que las personas están expuestas a ciertos niveles de dolor, sean mayores o menores, dependiendo de la zona en que se los realicen.
Si bien puede ser un tema subjetivo debido a que no todos los individuos perciben el dolor de la misma forma, lo cierto es que sí hay áreas del cuerpo que pueden ser más sensibles y en las que las molestias son mayores.
Tendencias
Un artículo publicado en el medio digital Business Insider asegura que “aquellas partes del cuerpo en las que priman los huesos son las más dolorosas”. Por ejemplo, las costillas es una de las áreas del cuerpo que más duele para hacerse un tatuaje, pues se trata de una zona con mucho hueso y una capa de piel muy fina.
La misma situación se puede presentar en otras áreas como el codo y la rodilla, dos lugares donde predomina un gran número de articulaciones y piel más sensible, razón por la cual no es muy común que las personas apliquen allí esta técnica.
De acuerdo con los expertos, tatuarse en los dedos, ya sea de las manos o de los pies, también puede causar un intenso dolor debido a la gran cantidad de huesos que conforman estas partes del cuerpo.
Por el contrario, hay lugares en los que puede resultar menos molesto o tortuoso realizarse estas marcas permanentes. Por ejemplo, las pantorrillas, los muslos y los gemelos son áreas ideales si no se quiere exponer a mucho dolor, debido a que tienen una importante cantidad de grasa.
“Las piernas son zonas del cuerpo donde más áreas cubiertas de grasa hay, además de músculo, por lo que el dolor es bastante reducido”, precisa la publicación de Business Insider.
Riesgos
Dado que los tatuajes atraviesan la piel, es posible que la persona se enfrente a infecciones u otras complicaciones. Mayo Clinic plantea algunos de los principales riesgos.
- Reacciones alérgicas: Las tintas de los tatuajes, especialmente las de color rojo, verde, amarillo y azul, pueden causar reacciones alérgicas en la piel, como sarpullido con picazón. Esto puede suceder incluso años después de haberse hecho el tatuaje.
- Infecciones en la piel. Es posible que se presenten infecciones si no se tienen los cuidados debidos luego de realizarse un tatuaje.
- Otros problemas de la piel. A veces, se puede formar una zona de inflamación, llamada granuloma, alrededor de la tinta del tatuaje. Los tatuajes también pueden provocar queloides, áreas elevadas causadas por un crecimiento excesivo del tejido cicatrizal.
- Enfermedades transmitidas por la sangre. Si el equipo que se utiliza para crear el tatuaje está contaminado, la persona se puede exponer a contraer enfermedades de transmisión sanguínea como la hepatitis B y la C.
- Complicaciones en las resonancias magnéticas. En muy pocas ocasiones, los tatuajes o el maquillaje permanente podrían provocar hinchazón o ardor en las zonas afectadas durante las resonancias magnéticas. En algunos casos, los pigmentos del tatuaje pueden interferir en la calidad de la imagen.
Alimentos
Teniendo en cuenta que el tatuaje es una herida, son diversos los cuidados que se deben tener y uno de ellos es llevar una alimentación adecuada. Por ejemplo, existen “algunos alimentos que ayudan a disminuir la inflamación y a acelerar el proceso de cicatrización, como son aquellos ricos en omega 3, vitamina C y vitamina A”, según el portal de bienestar y salud Tua Saúde. Son recomendados el salmón, el aguacate, la naranja y el pimentón, entre otros.
Por el contrario, existen productos que deben evitarse para que no se presenten irritaciones o afecciones. En este listado se encuentran los refrescos y jugos envasados, los alimentos ricos en grasas como papas fritas, pasteles fritos, comidas rápidas y pizza congelada; carne con grasa y embutidos como salchicha, jamón, mortadela y salami.