Salud
Este es el problema en la piel que se confunde con acné
El cuidado del rostro es una de las principales preocupaciones de las personas, pero la aparición de manchas o alteraciones en esta parte no siempre indican que sea acné.
Las afecciones de la piel del rostro suelen ser marcas que aparecen en la cutis y, en varios casos, generan cicatrices. Muchas personas enfrentan complicaciones en la cara de tipo leve, pero con el paso del tiempo pasan a ser graves.
Al ser una de las partes del cuerpo que más atención propia y colectiva tiene, los sujetos tratan de buscar alternativas naturales o médicas para contrarrestar los problemas cutáneos. Sin embargo, en algunas ocasiones se cree que cualquier apariencia diferente en el rostro se trata de acné, pero en realidad puede ser otro padecimiento.
De acuerdo con información recopilada por el portal web Bienestar180, una afección en la piel del rostro va más allá de factores como el sexo o la edad. Además, no todo indica que sea un caso de acné, puede que el diagnóstico señale que es rosácea y, en consecuencia, su apariencia y tratamiento es diferente.
Por lo general, hay múltiples efectos producidos en la piel, pero la rosácea es la que más se asemeja al acné y por ello es confundida. En ese sentido, es necesario aprender a identificar cada una de las afecciones cutáneas para dar un mejor cuidado y evitar accidentes con algún remedio casero o prescrito por especialistas en salud.
Tendencias
Así las cosas, el citado portal consigna que la rosácea se caracteriza por manchas de color rojo que predominan en el rostro y pueden aparecer pequeños bultos en ellas. Dermatólogos explican que suele aparecer en las personas que tienen la piel clara y el grupo focal se centra en las mujeres jóvenes.
De acuerdo con especialistas de la Clínica Mayo, no hay una explicación científica que dé sustento del origen de esta afección de la cutis. No obstante, se presenta como inflamatoria, crónica, progresiva e incurable. Conjuntamente, se explica que puede deberse a factores ambientales y una mala higiene del paciente.
Se diferencia del acné porque el enrojecimiento facial es permanente y, en algunas personas, puede incrementar desproporcionadamente. La piel se siente sensible, irritada y pueden salir pequeños granos similares a los del acné, pero, en el cuadro sintomatológico, se presentan problemas oculares como ojos secos, irritados e hinchados, y párpados rojos e hinchados.
Bienestar 180 hace énfasis en que la diferencia del acné y la rosácea no radica en que la enfermedad rojiza no tiene espinillas, más bien la afectación de los ojos es la principal variable de identificación entre la una y la otra; es posible que dañe la córnea y, en consecuencia, provoque síntomas visuales que, en un mayor grado, lleven a la pérdida de visión, comparten.
Por otro lado, el acné es una afección común que primordialmente se presenta en los jóvenes adolescentes. No obstante, no mide edades y puede aparecer en adultos y mayores, incluso hasta en niños. Para los especialistas, el 80 % de las personas entre 11 y 30 años tiene brotes en algún momento.
En ese sentido, el argumento médico que da el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel es que, el acné impacta en las glándulas sebáceas y folículos pilosos, se produce porque los poros del cutis se tapan y se cubren por bacterias que hacen aparecer espinillas y barros.
Al igual que la rosácea, las causas del acné no están completamente prescritas y su aparición suele estar vinculado a los cambios hormonales, usos de maquillaje, consumo de alimentos grasos, entre otros.
Finalmente, cada afección cutánea tiene su dictamen, pero en el caso del acné, se ha podido curar de manera satisfactoria; algo que no ha resultado del todo bien para la rosácea, según el sitio web de Bienestar180. Sea cual sea la situación lo más recomendable es consultar con médicos y expertos en el tratamiento de la cutis y dar la misma atención a esta parte del cuerpo como a las demás, se aconseja limpiar el rostro con bastante agua durante el día y la noche.