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Este es el tipo de carne que más aumenta el peso
Aunque tienen grandes bondades y gustan de muchos, es preciso restringir su consumo.
La carne roja ha sido uno de los alimentos más comunes y hasta preciados del ser humano, pues contiene una cantidad de nutrientes y vitaminas que solo se encuentran a través de la proteína animal.
También se presta para preparaciones culinarias exquisitas que se convierten en la mayoría de casos en ambientes familiares y amistosos, y hasta rituales infaltables en la vida de muchas personas.
En los últimos años, se han conocido diversos factores que ponen la carne roja en el paredón: van desde las desventajas nutricionales que también traen y la forma en que es extraída, pues la industria cárnica es una de las que más contamina el ambiente, de las que más agua utiliza para su producción y tiene una infinidad de cuestionamientos en cuanto al trato animal se refiere.
Sin embargo, lo que compete en este momento es que, además de las proteínas y las vitaminas del grupo B que contienen las carnes rojas, contienen un alto porcentaje de grasa. Esto se traduce en altos niveles de calorías y por eso instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertan sobre lo dañinas que pueden ser si se consumen de forma constante y sin un equilibrio adecuado con otros alimentos como verduras y hortalizas.
Según expertos, es preciso que varios tipos de proteína animal sean restringidos y se limiten a ser consumidos una sola vez por semana, pues se ha descubierto que el abuso de las carnes rojas está altamente relacionado con enfermedades como el cáncer de intestino, páncreas y vejiga.
Adicionalmente, su alto grado de grasa puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por esto, es pertinente saber cuáles tipos de carne roja son los que más grasas tienen y más cantidad calórica aportan, que serían los mismos que se deben restringir de forma inmediata a una porción semanal según la OMS.
Cerdo
En muchos artículos especializados aparece la carne de cerdo como una de clase blanca, sin embargo, este animal tiene carne tanto blanca como roja y todo depende de sus cortes, que en su mayoría son grasos, siendo este tipo de proteína una de las menos perjudiciales para la salud.
Tal como publica el portal El Español, en cada 100 gramos de esta carne están presentes 242 calorías, con 14% de grasa y un 25% de proteína, que la hace favorable para el consumo siempre y cuando se haga de forma regulada y en preparaciones que no abunden aceites a altas temperaturas.
Vacuno
Por excelencia, el tipo de carne roja más famoso del mundo y por ende el de más consumo. Es rica en vitaminas del grupo B y contiene nutrientes como el hierro y el zinc; sin embargo, es mucho más grasosa que el cerdo y su relación de proteína solo varía en un porcentual: 26% de proteína y un 19% de grasa.
En cuanto a calorías, la carne de vaca, toro, ternero y derivados tiene 250 calorías en cada 100 gramos, haciendo la salvedad que la cantidad de nutrientes y grasa es mayor en los ejemplares de más edad que en sus versiones jóvenes.
Cochinillo
El cerdo joven o mejor conocido como “lechón” es una de las carnes más grasosas y menos proteicas dentro de toda la gama de la proteína animal. Al contrario de lo que sucede en el ganado vacuno, los ejemplares jóvenes del cerdo son más ricos en grasas, teniendo una relación de 24% de esta frente a un 17% de proteína.
Por esto, y por aportar 286 calorías por cada 100 gramos, esta carne es de las que más se debe evitar, pues aunque aporta vitaminas de tipo B y minerales como el hierro, el zinc, el magnesio y el potasio; también puede generar riesgo de padecer cirrosis, tal como informa El Español.
Cordero
Las personas que padecen de colesterol deben huirle al consumo del cordero, pues este aporta 320 por cada 100 gramos. Y es verdad que entre más edad tenga el animal, menos grasa va a tener, pero los ejemplares jóvenes son los más apetecidos, teniendo un 22% de grasa y un 26% de proteína, aclarando que es el lechal (cordero entre uno y mes y medio de edad) son los más grasosos de todos.
Pato
Sin duda un plato poco común en la dieta cotidiana de los colombianos, sin embargo, cada vez se puede encontrar en más lugares y con precios más asequibles, por eso es pertinente mencionar que el pato es la carne más calórica que existe en el mercado y, a pesar de tener un color oscuro, pertenece al grupo de carnes blancas.
El pato contiene un 28,35% de grasas y su porcentaje de proteína se sitúa en torno al 19%, desencadenando un total de 337 calorías por cada 100 gramos, un número muy alto nutricionalmente hablando para un plato que generalmente va acompañado de su respectiva guarnición.
Cabe destacar que esta proteína también aporta zinc, hierro y fósforo en cualquiera de sus presentaciones (o presas que llaman). Además, el mayor porcentaje de grasas de este animal se sitúa en su piel, por lo cual, al ser retirada, este nivel baja de forma súbita.