SALUD
Estilo de vida saludable: seis tips para lograrlo
Implementar hábitos saludables es determinante para mejorar la esperanza y calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, lo que indica que este concepto va más allá de la prevención de enfermedades.
Así las cosas, más que de una vida sana es importante hablar de un estilo de vida saludable del que forman parte la alimentación, el ejercicio físico, la prevención de la salud, el trabajo, la relación con el medio ambiente y la actividad social, precisa la compañía de salud Sanitas, de España.
Un estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública de Harvard indica que mantener un estilo de vida saludable es importante para mejorar la esperanza de vida. También, para reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas como la diabetes, los problemas cardiovasculares y el cáncer.
En esta línea es importante incorporar hábitos que permitan mantener una vida más sana y ayuden a tener bienestar en el largo plazo. De acuerdo con los expertos, promover un estilo de vida saludable durante todas las etapas de la vida es un método efectivo para llegar en mejores condiciones a la vejez.
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Desde esta perspectiva estos son algunos de los hábitos para tener en cuenta:
Dieta equilibrada
Según información de Sanitas, una alimentación saludable se rige por incluir todos los alimentos contemplados en la pirámide nutricional, pero en las proporciones adecuadas y en la cantidad suficiente (no más) para mantener las necesidades nutricionales del organismo en función del consumo energético que este realiza con la actividad diaria. Es importante incluir en esta alimentación frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y mantener el cuerpo muy hidratado.
Ejercicio
El ejercicio es un factor clave para mantenerse saludable. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que realizar actividad física fortalece los huesos, el corazón y los pulmones, tonifica los músculos, mejora la vitalidad, alivia la depresión y ayuda a conciliar mejor el sueño. Esta debe ser una prioridad mayor si las personas han desarrollado afecciones de salud como obesidad, hipertensión o diabetes.
Dormir bien
Dormir bien, además de ser un placer, tiene efectos positivos en el organismo. Es necesario para que la mente y el cuerpo estén sanos y para lograr condiciones generales favorables para el organismo. La Fundación Española del Corazón asegura que dormir bien incrementa la creatividad, regenera el sistema inmunológico, mejora la memoria, protege el corazón y reduce la depresión.
Bajarle al alcohol
Según la Biblioteca de Medicina, el consumo de alcohol cambia muchas funciones cerebrales. Afecta en primera instancia las emociones, el pensamiento y el juicio. Si se ingiere de forma continua se afecta el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio. Tener una cantidad más alta de grasa corporal y beber con el estómago vacío aceleran los efectos del alcohol.
El alcoholismo puede llevar a que se presenten enfermedades como: cáncer y otras enfermedades del esófago y el tracto digestivo, daño al miocardio y cerebral; además de padecimientos del hígado y del páncreas. Ante esta realidad, lo mejor es evitarlo.
Manejar el estrés
El estrés es un sentimiento de tensión física y emocional que incide en la forma como tu cerebro y el cuerpo responden a cualquier demanda. Este puede alterar el funcionamiento del organismo y desarrollar problemas graves de salud como dolores de cabeza, insomnio, tristeza y hasta enfermedades crónicas. Por eso, es importante aprender a controlar las situaciones de estrés para llevar un estilo de vida saludable.
Controlar el peso
Una de las principales recomendaciones médicas en el marco de un estilo de vida saludable es controlar el peso. El exceso de grasa corporal puede sobrecargar el corazón, los huesos y los músculos. También es posible que incremente el riesgo de padecer hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, venas varicosas, cáncer de mama y enfermedad de la vesícula biliar.