Vida Moderna
Esto es lo que no se debe hacer si se sufre de alguna enfermedad en el hígado
Es importante seguir las recomendaciones del doctor que sigue el caso.
Tener una alimentación balanceada es importante para mantener una buena salud. Es una herramienta clave para disminuir el riesgo de complicaciones de salud. Por eso, la Organización Mundial de la Salud insiste en tener hábitos alimenticios sanos.
“Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.
Cuando se recibe un diagnóstico de alguna enfermedad, es aún de mayor relevancia tener una dieta sana para ayudar a sobrellevarla; por ejemplo si se tiene una afección relacionada con el hígado.
Se deben seguir rigurosamente las recomendaciones dadas por el médico que sigue el caso. Una alimentación no equilibrada puede causar complicaciones de salud. Por eso, si se sufre de alguna enfermedad en el hígado no se debe tomar alcohol en exceso, tener una ingesta de sal alta, entre otros consejos.
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Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala algunos consejos sobre alimentación para tener en cuenta. Cabe resaltar que antes de hacer cambios en la dieta se debe consultar a un nutricionista y a un doctor:
- Reducir la cantidad de proteína animal que consume. Esto le ayudará a reducir la acumulación de productos de desecho tóxicos.
- Aumentar su ingesta de carbohidratos para que sea proporcional a la cantidad de proteína que consume.
- Comer frutas y vegetales, así como proteína magra como leguminosas, pollo y pescado. Evite los mariscos crudos.
- Tomar vitaminas y medicamentos recetados por el proveedor de atención médica para hemograma bajo, problemas neurológicos o problemas nutricionales a raíz de la enfermedad hepática.
- Limitar el consumo de sal. La sal en la alimentación puede empeorar la acumulación de líquidos y la hinchazón en el hígado”.
¿Cómo cuidar el hígado?
Una vida saludable es la clave para disminuir el riesgo de una enfermedad hepática. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que una alimentación sana es indispensable si se pretende que el hígado esté sano. También brinda algunas recomendaciones para tener hábitos saludables y evitar esta afección:
- Sobre esa misma línea explica que se pueden tomar bebidas alcohólicas, pero debe ser un consumo moderado. Además de causar problemas en el hígado puede afectar todo el organismo en general.
- El peso es importante. No hay un peso ideal para todas las personas. Se debe consultar a un médico para conocer los kilogramos saludables para cada persona, según diferentes factores como la edad, altura e índice de masa corporal.
- Prestar atención a los suplementos a base de hierbas. Muchos de estos productos pueden dañar el hígado. Antes de consumirlos, es mejor consultar con un experto.
Enfermedades hepáticas
Cáncer de hígado
Síntomas
Generalmente, al inicio de esta enfermedad, las personas no presentan síntomas. Luego, con el paso del tiempo algunas de las señales pueden ser:
- Pérdida de peso sin motivo alguno.
- Pérdida de apetito.
- Dolor en la parte alta del abdomen.
- Náuseas y vómitos.
- Debilidad y fatiga general.
- Hinchazón abdominal.
- Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia).
- Heces blancas o blanquecinas.
Causas
Existen algunas afecciones o hábitos poco saludables que incrementan el factor de riesgo de padecer cáncer de hígado. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) los mencionan:
- Tener sobrepeso o estar obeso.
- Tener una infección duradera del virus de la hepatitis B o virus de la hepatitis C.
- Fumar cigarrillos.
- Beber alcohol.
- Tener cirrosis (cicatrización del hígado, la cual también puede ser causada por la hepatitis y el consumo de alcohol).
- Tener enfermedad del hígado graso no alcohólico (grasa adicional en el hígado que no es causada por el alcohol).
- Padecer diabetes o enfermedad del hígado graso no alcohólico.
- Sufrir de hemocromatosis, una afección en la que el cuerpo absorbe y almacena más hierro del que necesita.
- Consumir alimentos que tienen aflatoxina (un hongo que puede crecer en productos como los granos y las nueces que no se almacenan adecuadamente).