Vida Moderna
Esto le hace el consumo de café a una persona con diabetes
La cafeína alcanza su nivel máximo en la sangre una hora después de consumirla.
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, o azúcar en sangre, que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que hay diferentes tipos de diabetes, pues en la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina, mientras que en la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada y sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Ahora bien, para controlar la glucosa hay que tener una dieta saludable, hacer actividad física regular, mantener un peso corporal normal y evitar el consumo de tabaco.
Respecto a la dieta, hay alimentos que se pueden incluir y otros es mejor dejarlos a un lado, como, por ejemplo, el café, pues aunque para la mayoría de los adultos jóvenes y sanos, la cafeína no parece afectar de forma obvia los niveles del azúcar en la sangre (glucosa), para las personas con diabetes, el impacto de la cafeína sobre la acción de la insulina se puede asociar a niveles de azúcar en la sangre más altos o más bajos.
Por ello, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, sugirió limitar la cantidad de cafeína en la dieta si lo que se busca es controlar los niveles de azúcar en la sangre.
En contraste, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló los alimentos que si se pueden incluir en la dieta sin problema son:
- “Granos integrales: pan, arroz y pasta integral, avena, harina de maíz integral y quinoa.
- Leguminosas: frijoles, soya, garbanzos, lentejas, guisantes, arvejas.
- Hortalizas como el brócoli, lechuga, tomate, calabacín, berenjena, pimentón, cebolla, ajo, rúgula, espinaca, berro, acelgas, repollo, ejote.
- Carnes bajas en grasa, como pollo sin piel, pavo sin piel, pescado, carne de res baja en grasa.
- Frutas, debiendo preferirlas enteras, con cáscara y frescas, siendo importante consumir una porción pequeña y escoger preferiblemente las de bajo índice glucémico, como es el caso de las fresas, manzanas, peras, ciruelas, frambuesas, arándanos, limón, mandarina, entre otras.
- Grasas buenas como el aguacate, coco, aceite de oliva, aceite de coco, aceite de aguacate, aceite de uva y mantequilla.
- Frutos secos: marañón/merey/anacardo, cacahuate o maní, avellanas, nueces, nuez de Brasil, nueces pecan, pistachos y almendras.
- Semillas como las de chía, linaza, ajonjolí o sésamo, calabaza o auyama.
- Leche y derivados descremados, como yogur natural, leche descremada y quesos blancos bajos en grasa.
- Huevos y huevos de codorniz.
- Bebidas vegetales como leche de avena, coco, almendra y avellana.
De hecho, el portal portugués mostró un menú ejemplo para una persona con diabetes:
- Desayuno (8:00 a. m.): Una taza de café sin azúcar + dos rebanadas de pan integral con un huevo revuelto + una rebanada de melón.
- Merienda de la mañana (10:30 a. m.): Una manzana + 30 g de marañón, conocido también como merey o anacardo.
- Almuerzo (12:30 p. m.): 120 gramos de pollo al horno gratinado con queso mozarella light, acompañado de cuatro cucharadas de arroz integral y dos cucharadas de frijoles, así como una taza de vegetales variados salteados en aceite de oliva (berenjena, cebolla, zanahoria y coliflor), aderezados con una cucharadita de vinagre balsámico.
- Merienda de la tarde (3:00 p. m.): Un yogur natural sin azúcar + una rebanada de pan integral con 1 rebanada de queso blanco.
- Cena (6:00 p. m.): 120 gramos de salmón a la plancha, acompañado de cuatro cucharadas de arroz integral y una taza de vegetales cocidos (brócoli y zanahoria), aderezados con una cucharada de aceite de oliva y una cucharadita de vinagre de manzana.
- Merienda nocturna (9:00 p. m.): 1 huevo sancochado.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.