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La pandemia aún sigue y hay personas que tuvieron sueños o pesadillas por ella. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Esto soñaron la mayoría de personas en pandemia, según la Universidad de Harvard

Los sueños durante la etapa de confinamiento y el paso del tiempo se vieron involucrados por el virus que aún sigue activo.

6 de abril de 2022

La pandemia por la covid-19 ha sido uno de los temas que mayor impacto ha causado en toda la humanidad. Las cifras de muertes y contagios por el virus que es transmisible se convirtieron en el titular diario de cientos de portales y redes sociales.

En efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mencionó que después del coronavirus “nada será lo mismo”, por lo que hasta los sueños se vieron involucrados.

Dormir es una necesidad, pues el organismo necesita descansar para obtener energía y funcionar de la mejor forma en el día a día. Uno de los hallazgos cotidianos que se vieron afectados por la covid-19 fue el sueño y para Deirdre Barret, psicóloga de la Universidad de Harvard, durante los dos primeros años de la pandemia las personas tuvieron imaginarios parecidos.

Según la experta, la mayoría de sujetos soñó durante esa etapa con tapabocas, desastres naturales e insectos. Para llegar a estas estimaciones, se analizaron un aproximado de 6.000 sueños.

Sumado a esto, Kelly Bulkele, psicólogo e investigador de sueños y director de Sleep and Dream Database, también se unió a la misma vertiente de estudio, pero él tuvo en cuenta una base de datos de 30.000 personas.

Covid-19
A pesar de que se han ideado inmunizaciones contra la covid 19 que han arrojado resultados positivos de prevención y disminución de contagios, la OMS advierte que aún sigue en pie la trasmisión por coronavirus. | Foto: Getty Images

Los sueños pandémicos han provocado un aumento de 35 % de la rememoración onírica, según un estudio del Centro de Investigación en Neurociencia de Lyon. Por su parte, Bulkele habló con BBC y mencionó que los sueños son “un lenguaje que se puede analizar y existe tecnología que ayuda a comprender qué dicen sobre nosotros. El reto de nuestro trabajo es recabar información de alta calidad sobre los sueños”.

En cuanto a la tecnología, Luca Aiello, también investigador de Harvard, dijo que se creó un algoritmo que estudia miles de sueños. Además de esto, se dividieron en tres categorías: los personajes, las interacciones y las emociones.

Más allá de variables como el género, la edad u otras especificaciones, la pandemia permeó en los modos de pensar del ser humano. National Geographic consigna en su portal web que el hecho de que hubo confinamientos que alejaron el contacto de las personas, provocó una falta de inspiración y obligó a la mente a recurrir al pasado.

Por lo tanto, la Asociación Italiana de Medicina del Sueño analizó sueños de italianos confinados durante el brote. Muchos de los sujetos tuvieron pesadillas y parasomnias que concuerdan con los síntomas del trastorno por estrés postraumático, señalan.

“Como era de esperar, cuando hace unos años estudiamos a los supervivientes del terremoto de L’Aquila de 2009, descubrimos que los trastornos del sueño y las pesadillas dependían estrictamente de la proximidad al epicentro. En otras palabras, el mapa sísmico se solapaba casi siempre con el de perturbaciones del sueño”, explica Luigi De Gennaro, profesor de psicología fisiológica de la Universidad de Roma.

En consecuencia, varios estudios han llegado a sugerir que las personas que tuvieron y tienen mayor cercanía a la pandemia, que redujo la esperanza de vida en 2021, como los trabajadores del gremio de la salud, “tienen una mayor probabilidad de tener sueños influidos por el brote”, según el citado portal.

La covid-19 ha sido una variable de múltiples estudios, uno de los últimos hallazgos indican que investigadores de la Facultad de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple (Estados Unidos) han demostrado que una infección previa por coronavirus está relacionada con una respuesta inmunitaria sólida y acelerada tras la primera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech.

Sin importar los avances, la OMS recalca que es necesario seguir teniendo la precaución de contagio, mantener hábitos como el lavado de manos y no desafiar al virus.