VIDA MODERNA
Estos cuatro ejercicios hacen realidad la ‘eterna juventud’
El proceso del envejecimiento es natural y todas las personas tendrán que atravesarlo.
El envejecimiento en un proceso que preocupa a un número significativo de personas; es por eso, que invierten tiempo y dinero en el cuidado de la piel para prevenirlo y aunque esto es positivo, la realidad es que este suceso es imposible de retrasar y todas las personas tendrán que afrontarlo en algún momento de su vida.
Con el paso de los años, el cuerpo empieza a producir menos colágeno, cabe mencionar que esta proteína es la encargada de darle firmeza y elasticidad a la piel. Los profesionales en el tema mencionan que el organismo de una persona de 40 años, no produce ni la mitad de colágeno que producía en una edad temprana como la adolescencia o los primeros años de la juventud; es por eso, que las primeras arrugas y líneas de expresión se hacen visibles aproximadamente a los 30 años de edad.
Cabe mencionar, que estas pueden surgir antes de esta edad debido a malos procesos y prácticas como fumar, exponerse al sol de manera desmedida y sin protección, falta de ingesta de agua, el uso de productos cosméticos y maquillaje de baja calidad, entre otros.
Con el paso de los años no solo la piel se va a ver afectada por un proceso que surge de manera natural, sino también, el cuerpo y más cuando una persona ha sido sedentaria la mayor parte de su vida; es por esto, que el portal de salud, belleza y cuidado personal Glamour brinda una serie de ejercicios que son indispensable para prevenir el envejecimiento prematuro y para incluir en medio de la etapa de la vejez. Antes de llevarlos a cabo se recomienda contar con la aprobación de un profesional de la salud.
El medio indica que el yoga es una de las prácticas milenarias que más se realizan con frecuencia, en tiempos como estos, con el fin de que tanto el cuerpo como la mente y las emociones estén en sintonía. Incluso varias personas usan diversos ejercicios que se implementan en esta práctica únicamente para estirar su cuerpo y no como un medio para tranquilizar su mente, pero esto será decisión de cada persona.
Los ejercicios mencionados por el medio se pueden ejecutar en la noche, justo antes de acostarse o en la mañana, justo en el momento en el que se abren los ojos para iniciar la rutina diaria. Para llevar a cabo esta actividad es necesario portar ropa cómoda, tener un tapete que se pueda acomodar en el suelo para no lastimar ninguna zona del cuerpo con el tipo de piso que se tenga.
Debido a la falta de tiempo, Glamour propone ir de menos a más. E invita a realizar estos ejercicios la primera semana, tres veces; la segunda, cinco; la tercera, cada día y posteriormente mantener esa frecuencia siempre, sin generar alteraciones.
Primera postura: la idea es acostarse en el suelo boca arriba, con los brazos pegados al cuerpo y las palmas de las manos hacia abajo, y las piernas estiradas con los pies juntos. Es importante mantener la columna vertebral recta, bien pegada al suelo, con la barbilla apuntando ligeramente hacia el pecho.
Primer ejercicio: la idea es hacer presión con los brazos sobre el suelo y levantar las dos piernas rectas y pegadas a la vez que se pega la barbilla al esternó, expulsando el aire. La idea es hacerlo suavemente, sin forzar, y bajar de la misma manera. La idea es hacer 21 repeticiones y descansar.
Segundo ejercicio: hay que colocarse, para formar un ángulo recto, las rodillas deben estar separadas a la anchura de las caderas, con ambos brazos pegados al cuerpo y las palmas de las manos mirando hacia atrás. De nuevo, la barbilla se inclina ligeramente hacia el esternón.
Tercer ejercicio: sentados en el suelo, formando un ángulo recto con las piernas y el tronco, con las manos suavemente apoyadas en el suelo pegadas a las caderas. No hay que olvidar tener la barbilla inclinada hacia el pecho para mantener la columna recta.
Cuarto ejercicio: de rodillas, separadas a la anchura de las caderas, la columna vertebral paralela al suelo y las manos bajo las nalgas. Se da inicio el ejercicio empujando la pelvis hacia delante, contrayendo los glúteos, con las piernas juntas y estiradas, se levanta el tronco apoyando ambas palmas de las manos en el suelo, al lado de las caderas. Se levanta ligeramente la barbilla siguiendo la curva de la columna vertebral. Repetir 21 veces y descansar.