SALUD
Estos son los alimentos que ayudan a controlar la osteoartritis
Factores como el sobrepeso, el envejecimiento y posibles lesiones en articulaciones pueden generar esta enfermedad.
La osteoartritis es la forma más común de artritis. Es una enfermedad que causa dolor, inflamación y disminución de los movimientos en las articulaciones. Puede ocurrir en cualquier articulación, pero generalmente afecta las manos, las rodillas, las caderas o la columna.
Este padecimiento degrada el cartílago de las articulaciones, que es el tejido resbaloso que cubre los extremos de los huesos en una articulación. “El cartílago sano absorbe los impactos de los movimientos, pero cuando se desgasta, los huesos se friccionan entre sí. Con el paso del tiempo, esta fricción puede dañar la articulación permanentemente”, explica la biblioteca médica MedlinePlus.
Entre los factores que pueden causar osteoartritis se incluyen: el sobrepeso, el envejecimiento y posibles lesiones en una articulación.
Los síntomas de esta enfermedad con frecuencia se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo, dicen los expertos. En la lista de señales está el dolor, el cual puede manifestarse durante o después del movimiento; la rigidez, la cual puede ser más notoria al despertar o después de estar inactivo, y la pérdida de flexibilidad, que es cuando no se puede mover la articulación en todo su rango de movimiento, precisa el portal especializado Cinfasalud.
A estos signos se suma una sensación chirriante. Es posible que la persona tenga esta sensación al usar la articulación y que oiga sonidos en los movimientos. También se puede presentar inflamación, la cual se presenta en los tejidos blandos alrededor de la articulación.
Como en toda enfermedad, la alimentación es clave para tratar de mitigar sus efectos, prevenir los avances y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Para el caso de la osteoartritis, elegir los alimentos adecuados puede mejorar el estado de los cartílagos, la reparación de lesiones en las articulaciones y el estado inflamatorio que conlleva, asegura el portal Mejor con Salud.
Expertos de la Arthritis Foundation aseguran que ciertos alimentos pueden fortalecer los huesos, reducir la inflamación y reforzar el sistema inmunológico. De esta forma, se puede frenar el daño articular, reparar algunos tejidos o reducir el dolor.
También aconsejan el uso del aceite de oliva. Esta debe ser la opción preferida para cocinar y aliñar todo tipo de platos, pues los análisis científicos han comprobado el efecto preventivo del daño en el cartílago.
Otro producto que se debe agregar a la dieta es el pescado azul, que contiene ácidos grasos omega-3. Este tipo de lípidos poliinsaturados tienen un efecto antiinflamatorio. En pacientes con osteoartritis podrían mejorar la rigidez y el dolor articular. Lo ideal es consumirlo por lo menos dos veces a la semana.
Vitaminas C y D
Estas vitaminas desempeñan un papel importante en la salud osteoarticular. La C es necesaria para la síntesis de colágeno y tejido conectivo, mientras que la D es esencial para la fuerza y el equilibrio muscular, además de ser la que fortalece los huesos.
Las mejores fuentes de vitamina C se encuentran en la piña, las naranjas, las fresas, el kiwi, el brócoli y el pimiento rojo. Por otro lado, la vitamina D abunda en el aceite de pescado, las yemas de huevo, el pescado azul y la leche.
Lo que no se debe comer
Las personas que sufren esta enfermedad se encuentran en un estado inflamatorio. Por este motivo, en la alimentación y nutrición recomendada para la osteoartritis es preciso evitar todos aquellos productos que puedan fomentar este estado.
Los expertos indican que las personas que padecen de osteoartritis deben evitar los azúcares añadidos, los cuales se encuentran en productos procesados como dulces, chocolatinas, salsas comerciales y postres, entre otros. Este exceso de azúcar se relaciona tanto con el sobrepeso como con un estado de inflamación.
Tampoco es aconsejable la ingesta de cualquier tipo de grasa, pues estas inciden en la inflamación y pueden empeorar el progreso de la enfermedad. Por este motivo, es recomendable evitar un consumo excesivo de mantequilla, carne procesada, margarina, comida rápida o platos precocinados.