SALUD
Estos son los alimentos que ayudan a mejorar la calidad del sueño
Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 8 horas al día en el caso de los adultos y adultos mayores.
El sueño de calidad es clave para el buen funcionamiento del organismo. Es un complejo proceso biológico en el que mientras las personas duermen, están inconscientes, pero a la par, las funciones del cuerpo y el cerebro están activas.
Durante el sueño, el cerebro pasa por cinco fases diferentes: Etapa 1, 2, 3, 4 y sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM en inglés); en cada etapa ocurren situaciones diferentes. Señala que la persona pasa por distintos patrones de ondas cerebrales –patrones de actividad eléctrica en el cerebro– en cada una de ellas. “Su respiración, ritmo cardiaco y temperatura puede ser más rápido o lento en ciertas etapas. Algunas fases del sueño pueden ayudarle a sentirse más descansado y con energía al día siguiente”.
Ansiedad, irritabilidad, depresión y problemas en las relaciones interpersonales son algunas afectaciones que puede sufrir el estado de ánimo debido a la privación del sueño, explica MedlinePlus. De hecho, se ha demostrado que no dormir bien afecta la calidad de vida, produce cansancio y perjudica el rendimiento, incluyendo la capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos.
En el número de horas que las personas necesitan para poder garantizar un buen descanso varían, se incluyen factores como la edad de cada individuo, el estilo de vida y el estado de salud. De este modo, las recomendaciones generales para dormir son las siguientes: Recién nacidos, entre 16 y 18 horas al día; niños en edad preescolar, 11 a 12 horas al día; niños en edad escolar, mínimo 10 horas al día; adolescentes, 9 a 10 horas al día; y adultos –incluyendo adultos mayores–, 7 a 8 horas al día.
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Un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, realizado en Roma, analizó en más de 700 adultos el vínculo que existe entre la hora en que se consumen los alimentos y su efecto en el organismo. El estudio permitió conocer que ingerir alimentos tarde en la noche tiene un efecto significativo en la presión arterial de cada individuo, pues durante la noche ocurre un proceso fisiológico normal que es el descenso de la presión arterial.
La doctora Ebru Ozpelit, profesora de cardiología de la Universidad de Dokuz Eylul, en Izmir, Turquía, encargada de presentar el estudio, afirmó que los resultados sugieren que la hora en la que la gente cena es tan importante como los alimentos que ingiere.
Ozpelit dijo que el mundo actual está alentando “hábitos de alimentación erráticos”, como saltarse el desayuno y comer cada vez más tarde, lo que se está volviendo cada vez más prevalente y puede causar daños a lo largo del tiempo. “Debemos definir la frecuencia ideal y la hora de los alimentos para tener un descanso y cuerpo sano”, señaló Ozpelit.
En ese orden de ideas, es preciso decir que hay una serie de alimentos que conviene consumir antes de ir a la cama, como otros que es mejor evitar.
La leche es uno de los alimentos que ha sido recomendada por años para poder conciliar el sueño y lograr una noche placentera. Si bien la propiedad que más se le ha atribuido a la leche para conciliar el sueño es el triptófano –un aminoácido esencial en la nutrición humana–, un nuevo estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, la revista de la Sociedad Americana de Química (ACS, por sus siglas en inglés), encontró que una mezcla de péptidos de la leche, llamada hidrolizado tríptico de caseína (CTH), alivia el estrés y mejora el sueño, reseña la agencia de noticias española Europa Press.
Un estudio publicado en Sleep evidenció que las personas que tenían deficiencia de vitamina D eran más propensos a dormir menos y tener interrupciones del sueño que los que la consumían de forma regular. En ese sentido, los expertos recomiendan el consumo de huevo, al ser uno de los pocos alimentos ricos en la vitamina en mención.
Asimismo, las almendras además de ser una fuente de calcio también son convenientes para mejorar la calidad del sueño, al ser un relajante natural. El doctor W. Christopher Winter, asesor de sueño y autor de The Sleep Solution, citado por Forbes México, explica que el “cuerpo produce melatonina cuando comienza a oscurecer, pero comer alimentos con melatonina también podría ayudarlo a sentirse más sedado”. En ese sentido, las nueces son una buena fuente de melatonina, por lo que conviene su consumo.
Si bien el azúcar puede intervenir en el buen descanso de forma negativa, se recomienda consumir miel en pequeñas cantidades para conciliar el sueño, pues ayudará a calmar las tensiones nerviosas.