SALUD
Estos son los alimentos que no se deben comer antes de ir a dormir
La memoria es una de las grandes beneficiadas con un buen descanso.
Dormir bien tiene múltiples beneficios para la salud. En un artículo publicado en el número 108 de la revista Salud y Corazón, editada por la Fundación Española del Corazón (FEC), la especialista Mercedes Parra Gil explica que hay seis beneficios puntuales: incrementa la creatividad, ayuda a bajar de peso, permite estar más sano, mejora la memoria, protege el corazón y reduce la presión.
El primer beneficio que menciona Parra se obtiene cuando el cerebro está gozando de un descanso pleno y la producción de hormonas está equilibrada, pues en ese momento “la memoria funciona a la perfección” y señala que lo anterior permite que la imaginación sea más potente y la creatividad se incremente.
En lo que refiere a la pérdida de peso, Parra explica que “la falta de sueño hace que los adipocitos (células grasas) liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. El insomnio provoca, además, que el estómago libere más grelina (la hormona del apetito). Ambas acciones hacen que dormir poco se asocie a la obesidad”.
Las personas pueden estar más sanas si duermen bien. La experta señala que el sistema inmunológico se regenera en el lapso del tiempo del sueño, lo que le permite luchar contra las toxinas y los gérmenes que de forma continua lo amenazan. Las personas que tienen un sistema inmunitario débil suelen ser más propensas a contraer infecciones y tienen menos posibilidades de superarlas con éxito.
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La memoria es una de las grandes beneficiadas con un buen descanso, pues al dormir se fortalecen las conexiones neuronales. “Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. En la Universidad de Hafi (Israel) lo han corroborado con los resultados de un estudio que afirma que una siesta de 90 minutos a media tarde ayuda a fijar los recuerdos y la destreza”, destaca Parra.
El corazón también agradece un buen descanso. La experta cita un reciente estudio publicado en el European Heart Journal en el que encontraron que los las personas que sufren de insomnio tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen bien. “El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto”, explica.
Por último, la experta señala que cuando las personas duermen el cuerpo se relaja, facilitando la producción de la melanina y la serotonina, dos hormonas que ayudan a contrarrestar los efectos de la adrenalina y el cortisol, comúnmente llamadas como las hormonas del estrés. Sumado a lo anterior, la melanina y la serotonina ayudan a que las personas sean más felices y más fuertes a nivel emocional, combatiendo la depresión. “La falta de sueño provoca, por el contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés”, concluye.
La alimentación puede influir en un buen descanso, para mal o para bien. Así como hay alimentos que ayudan a conciliar el sueño y evitar el insomnio, hay otra decena que es preferible no consumir.
El café se destaca en el listado de los alimentos que no se deben ingerir previo a ir a la cama. Su consumo en la tarde noche no es conveniente debido a que esta bebida es estimulante y podría generar insomnio. El alcohol es ambivalente; si bien puede inducir el sueño, la ingesta de licores azucarados o cócteles con frutas puede que no permitan pasar una buena noche.
En razón a lo anterior, tampoco es recomendable consumir un postre antes de ir a la cama; son difíciles de digerir para el organismo y además causan acidez. Conviene consumir postres en el día, pues su digestión es más fácil si el cuerpo está activo. El azúcar presente en las gaseosas y el chocolate es una razón suficiente para evitar su consumo antes de descansar.
Es importante evitar consumir platos que contengan picante, pues estos alimentos son difíciles de digerir para el organismo y provocan que la temperatura corporal aumente. Los quesos madurados tampoco son convenientes si se consumen poco antes de ir a dormir, pues alteran el sueño. Los alimentos grasos y aquellos ricos en proteínas tampoco son recomendables, pueden causar problemas de indigestión.