Vida Moderna
Estos son los cinco alimentos que no se deben consumir para evitar la hipertensión arterial
La dieta cumple un papel fundamental para mantener la presión arterial en óptimas condiciones. Eliminando estos productos, se dará un gran paso para gozar de buena salud.
La alimentación es una parte fundamental a la hora de conservar la salud en óptimas condiciones, en especial la cardiovascular. Es por eso que un grupo de científicos se tomaron la tarea de dar a conocer los productos menos recomendados para la dieta por las consecuencias que acarrean.
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término médico empleado para describir su estado alto. Los niveles deben mantenerse en niveles estables y no experimentar subidas o bajas drásticas.
Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas, incluyendo enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, problemas en los ojos, entre otras complicaciones.
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se denomina presión arterial sistólica. Cuando se hace referencia a hipertensión, los niveles superan los130/80 mm Hg.
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Medline Plus indica que las causas responsables de la hipertensión son variadas, pero a fin de cuentas generan los mismo efectos. El factor de riesgo es no controlar a tiempo la complicación, por el hecho que permitir su desarrollo es el escenario idóneo para poner en riesgo la vida, dado que se aumenta la probabilidad de un ataque cardiaco.
Entre las causas presentes, una de las más notables es la mala alimentación. Aparte del estrés extremo, consumo excesivo de sal, antecedentes familiares, diabetes, alcoholismo o dependencia a fumar; los alimentos negativos comidos prolongadamente terminan siendo un detonante para la hipertensión.
Bajo esa premisa, los expertos de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) dio a conocer los productos que mayor incidencia tienen con la hipertensión. En primer lugar advierten que esta enfermedad es paulatina, por lo que los síntomas son ascendentes a medida que se deja pasar desapercibido su tratamiento.
La lista está encabezada por los embutidos, debido a que son alimentos que no necesariamente deberían ser excluidos para los pacientes con hipertensión, sino a la población en general. La razón es que tienen altos niveles de grasa y sodio, dos elementos responsables de obstaculizar el flujo sanguíneo.
El consumo desmedido de este tipo de productos no solo puede generar hipertensión, sino también obesidad, diabetes e incluso niveles desmedidos de colesterol.
Por otro lado, el siguiente producto tiene que ver con todos aquellos que sean dulces o ultra procesados. Cuando una persona tiene niveles elevados de azúcar en la sangre, su circulación se ve comprometida y el riesgo de padecer un infarto o accidente cerebrovascular aumenta considerablemente.
Aunque parezcan inofensivas, las carnes rojas son perjudiciales para la salud. Los expertos recomiendan comer poca o nada de esta categoría de carne. En cambio, se sugiere reemplazarlos con alimentos ricos en hierro pero sin altas cantidades de grasas saturadas.
Estas sustancias contribuyen a la que la presión arterial aumente y afecte negativamente a la formación de plaquetas y la coagulación de la sangre.
Los lácteos enteros también son negativos para la salud, dado que, aunque contengan calcio y magnesio, algunas presentaciones de queso o leche presentan cantidades irregulares de grasa saturada y sal.
Es por ello que los expertos consideran que lo más óptimo es revisar los productos antes de comprarlos para tener certeza que son lácteos descremados y sin esas propiedades no recomendadas. De igual manera, se puede consultar con un experto de salud para tener una dieta especializada en aras de evitar complicaciones.
Para la última casilla no podían faltar las bebidas alcohólicas. Este tipo de bebidas, sin importar que sea vino, cerveza o licores, o la cantidad que se consume, genera una estimulación en el sistema nervioso y además, aumenta la frecuencia cardíaca, lo que hace subir la presión arterial.