Vida moderna
Estos son los lugares de la cocina que acumulan más gérmenes
Es importante realizar limpieza profunda en este espacio del hogar.
La cocina es un lugar en el que se presenta mucha suciedad debido a los restos de comida y las actividades que se realizan en este espacio. Se debe realizar limpieza profunda regularmente para evitar la propagación de gérmenes, los cuales pueden causar enfermedades.
“Los gérmenes son microorganismos. Esto significa que solo se pueden ver con un microscopio. Se pueden encontrar en todas partes, como en el aire, el suelo y el agua. También hay gérmenes en su piel y en su cuerpo. Muchos gérmenes viven dentro y sobre nuestros cuerpos sin causar daño. Algunos incluso nos ayudan a mantenernos saludables”, señala Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De acuerdo con el portal web La Vanguardia, las tablas de picar alimentos, que en algunas ocasiones están fijas, son uno de los lugares donde se puede acumular más suciedad y gérmenes.
“Se recomienda utilizar diferentes tablas para evitar la intoxicación, e incluso la contaminación cruzada. Para limpiarlas a fondo y desinfectarlas por completo, lo ideal es aplicar una capa de sal gruesa por toda la tabla sin restos de comida y frotarla con un estropajo. Después, se dejará actuar durante media hora para acabar por lavarla con agua y jabón caliente”, explica el portal web.
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Otro de los espacios donde hay un gran riesgo de que los gérmenes se expandan es la nevera. Por eso, lo recomendable es mantenerla limpia y evitar tener alimentos dañados para que no contaminen a los demás.
“Se recomienda limpiar la nevera una vez a la semana, con una mezcla de agua y vinagre y ayuda de un paño suave. Para que esta tarea sea más cómoda, puede realizarse a la vez que la compra semanal, ya que es el momento en el que más vacío estará el frigorífico”, detalla La Vanguardia.
El lavaplatos, también conocido como fregadero, es otra zona donde hay un alto riesgo de acumulación de gérmenes, especialmente porque hay humedad. No es recomendable dejar platos sucios en este espacio sino ir limpiando frecuentemente.
¿Cómo limpiar las ollas quemadas?
El portal web La Vanguardia recomienda un procedimiento casero para limpiar las ollas quemadas y que luzcan como nuevas. A continuación los ingredientes necesarios para hacerlo. La cantidad depende del área que se vaya a limpiar.
- Bicarbonato de sodio.
- Un recipiente.
- Vinagre.
El procedimiento consta de los siguientes pasos:
- En el recipiente, añadir el vinagre.
- Agregar el bicarbonato de sodio,
- Revolver muy bien para obtener una pasta homogénea.
- Tomar la pasta y aplicarla en la base y las paredes de la olla.
- Dejar actuar por 20 minutos. En caso de que haya muchas manchas, esperar más tiempo.
- Mojar la esponja de lavar platos en vinagre.
- Frotar las paredes de la olla o utilizar el instrumento conocido como “brillo” para eliminar con mejor facilidad las manchas y la suciedad.
- Repetir el procedimiento según las veces que sea necesario. Este proceso también puede ser aplicado a la limpieza de sartenes y otro tipo de recipientes de la cocina.
¡Cuidado con las bacterias en los alimentos!
Las bacterias son microorganismos que no son visibles a la vista humana. Provocan infección e intoxicación en el organismo y pueden desarrollar graves problemas de salud como vómitos, diarreas, fiebre, dolor abdominal, etc.
Para evitar riesgos en la salud se debe tener en cuenta cuáles son las bacterias más comunes en los alimentos. El sitio web de CSA Seguridad Alimentaria los menciona:
Las bacterias más comunes en los alimentos son:
Salmonella: huevos crudos y sus derivados como mayonesa, queso. También suele aparecer en carne de aves crudas o poco cocinadas como el pollo.
Campylobacter: el principal alimento en el que se puede transmitir es la carne de pollo, el pescado crudo (que no haya pasado por un previo proceso de congelación) y la leche sin pasteurizar.
Eschericchia coli: esta bacteria se puede encontrar en aguas contaminadas y carnes crudas o poco cocinadas.
Listeria monocytogenes: se puede encontrar en quesos blandos, leche cruda y productos ahumados o conservados.