Vida Moderna

Estos son los peligros de comer en exceso en Navidad, según expertos de Harvard

Una buena alimentación es indispensable para evitar el padecimiento de diversas enfermedades.

20 de diciembre de 2022
Comer / Alimentos
El orden de las comidas es importante para mantener los niveles adecuados del azúcar en la sangre. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Durante las fiestas decembrinas, las preferencias de los consumidores cambian, pues es un mes en donde se aumenta el consumo de buñuelo, natilla y derivados cárnicos.

De hecho, los excesos que se generan en diciembre tienen consecuencias como, por ejemplo:

  • Aumento de peso.
  • Colesterol alto.
  • Diabetes tipo 2.
  • Enfermedad de la vesícula biliar.
  • Enfermedad cardíaca.
  • Presión arterial alta.

De hecho, Infobae citó una conversación del el doctor David Ludwig, experto del Hospital Infantil de Boston con The Harvard Gazette en donde dice: “Las calorías de más, aunque se produzcan en un periodo de tiempo relativamente corto, parecen quedarse atrapadas en nuestro cuerpo, lo que incrementa el aumento de peso para todo el año. Por eso hay que tenerlo en cuenta durante las Fiestas”.

Asimismo, añadió: “Estos productos industriales modernos se digieren en glucosa a los pocos minutos de su consumo, lo que eleva la insulina más que cualquier otro alimento. La insulina elevada impulsa a las células adiposas a ingerir calorías extra y los efectos persistentes de la insulina inhiben la liberación de esas calorías reprimidas unas horas después de la comida, cuando el cuerpo necesita acceder a la energía almacenada”.

Por ello, la Cámara de la Industria de Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) reveló algunas recomendaciones para asegurar una alimentación balanceada (es decir, completa, equilibrada, suficiente, variada, inocua y adecuada) en estas fechas:

1. Revisar las porciones consumidas: lo ideal es preparar las comidas y que estén acompañadas de vegetales, proteína, así como carbohidratos para lograr platos balanceados.

2. Comprar y consumir alimentos en establecimientos confiables: se recomienda comprar productos en establecimientos confiables, con el fin de prevenir intoxicaciones u otras enfermedades provocadas por alimentos contaminados.

3. Verificar las fechas de caducidad de los alimentos: comprobar la fecha de caducidad es fundamental para evitar riesgos en la salud, ya que es el indicador de la vida útil que tiene el alimento.

4. Limpiar adecuadamente la cocina, vajillas y utensilios: el correcto aseo, tanto del espacio y de los instrumentos de cocina, es un factor fundamental para evitar la proliferación de bacterias y evitar la contaminación de alimentos y productos que estén en el espacio.

5. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados: en el caso de que se quieran conservar alimentos previamente cocinados, es importante que el almacenamiento cuente con las adecuadas condiciones de temperatura. Esto garantiza que la comida se mantenga en buen estado y hay que evitar mezclar alimentos preparados con crudos para evitar la contaminación cruzada.

“Hacemos un llamado a la alimentación sana y balanceada para el disfrute constante dentro de los hogares colombianos”, indicó Camilo Montes, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de alimentos de la Andi.

Por su parte, otras recomendaciones para una alimentación balanceada y saludable durante el transcurso del día, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son:

  • Diariamente, se deben consumir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas.
  • Menos del 10 % de la ingesta calórica debe proceder del total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total.
  • Menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe ser de grasas. Además, la OMS sugiere reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10 % de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1 %.
  • Menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.