El infarto o derrame cerebral es ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea o cuando un vaso sanguíneo se rompe, que puede derivar en problemas para caminar, hablar y entender, además de parálisis o entumecimiento del rostro, los brazos o las piernas. (Photo by: BSIP/Universal Images Group via Getty Images)
El infarto o derrame cerebral es ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea o cuando un vaso sanguíneo se rompe, que puede derivar en problemas para caminar, hablar y entender, además de parálisis o entumecimiento del rostro, los brazos o las piernas. (Photo by: BSIP/Universal Images Group via Getty Images) | Foto: Universal Images Group via Getty

Vida Moderna

Estos son los primeros síntomas antes de sufrir un infarto cerebral

Por eso es importante tener en cuenta los síntomas, aunque los especialistas han advertido que un derrame cerebral puede ocurrir en cualquier momento o en un transcurso de horas o incluso días.

1 de junio de 2023

El infarto o derrame cerebral es ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea o cuando un vaso sanguíneo se rompe, que puede derivar en problemas para caminar, hablar y entender, además de parálisis o entumecimiento del rostro, los brazos o las piernas.

Ante la posible aparición de esta situación existen tratamientos tempranos con medicamentos como el tPA (activador del plasminógeno) que puede minimizar el daño en el cerebro, mientras que otros están enfocados a limitar las complicaciones y evitar otros derrames cerebrales.

Por eso es importante tener en cuenta los síntomas, aunque los especialistas han advertido que un derrame cerebral puede ocurrir en cualquier momento o en un transcurso de horas o incluso días.

La recomendación es que ante el más mínimo asomo de uno de los signos o síntomas, se debe acudir de inmediato al médico para que adelanten los estudios correspondientes y se tomen las medidas necesarias.

Estos están relacionados con:

- Mareo, pérdida del equilibrio o dificultad para caminar repentinos

- Dificultad repentina para ver con un ojo o ambos

- Entumecimiento o debilidad repentina de la cara, un brazo o una pierna, sobre todo en el mismo lado del cuerpo

- Dolor de cabeza muy fuerte que comienza de pronto y que no tiene causa conocida

- Convulsiones

- Debilidad o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo

Puede generar problemas en la memoria o tener problemas para pensar y hablar, problemas de visión, problemas para caminar y mantener tu equilibrio. (Photo by: BSIP/Universal Images Group via Getty Images)
Puede generar problemas en la memoria o tener problemas para pensar y hablar, problemas de visión, problemas para caminar y mantener tu equilibrio. (Photo by: BSIP/Universal Images Group via Getty Images) | Foto: Universal Images Group via Getty

Otras señales menos comunes pueden ser náusea repentina, vómito o fiebre no causada por una enfermedad viral y pérdida breve o cambio de conciencia, tales como desmayos, confusión, convulsiones o estado de coma.

Tipos de derrame cerebral

Los especialistas destacan, además, que existen dos tipos de derrame cerebral;

Isquémica: Ocurre cuando un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo vital para el cerebro. Obedece especialmente cuando se presenta la acumulación gradual de colesterol en los vasos sanguíneos de la cabeza y del cuello (trombosis) y coágulos de sangre en el corazón (embolia).

Hemorrágica: Se presenta cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe. En estos casos la arteria sangra dentro del cerebro, lo que aumenta la presión dentro del cráneo, causando inflamación del tejido cerebral y daño a las células del cerebro.

El colesterol alto puede provocar un ataque cardíaco.
Otro de los factores de riesgo para un derrame cerebral se encuentra tener ciertos problemas del corazón, como enfermedad de las arterias coronarias (enfermedad del corazón), tener un ritmo cardíaco irregular (incluyendo la fibrilación auricular) o problemas con una válvula del corazón y tener el colesterol alto. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En este tipo de derrame cerebral existen dos subdivisiones: Primero, cuando los vasos sanguíneos en el cerebro estallan, se le llama una hemorragia intracerebral y segundo, cuando el sangrado se produce en el espacio entre el cerebro y las membranas que recubren el cerebro, se le llama hemorragia subaracnoidea.

Igualmente, han detallado que existen síntomas similares a un derrame. Puede ocurrir, por ejemplo, que el flujo sanguíneo de una parte del cerebro se detenga por un corto período de tiempo, lo que se llama como un ataque isquémico transitorio (AIT).

Pueden durar menos de 24 horas y desaparecer. Estos ataques, o “mini derrame cerebral,” aunque no causan daño cerebral permanente, pueden llevar a que se presente un infarto cerebral.

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Otro de los factores de riesgo para un derrame cerebral es tener la presión alta debido a que no causa signos ni síntomas, por lo que se debe tomar la presión arterial con regularidad, incluso en casa. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Algunas consecuencias

Como mencionamos anteriormente, el derrame cerebral puede derivar en discapacidad a largo plazo en los adultos, causar daño cerebral e incluso la muerte.

Puede generar problemas en la memoria o tener problemas para pensar y hablar, problemas de visión, problemas para caminar y mantener tu equilibrio, parálisis (no poder mover algunas partes del cuerpo) y debilitamiento de los músculos, dificultad para controlar o expresar las emociones, problemas para masticar y tragar y problemas de incontinencia (orinar y defecar).

Se deben tener en cuenta, algunos factores de riesgo, por lo que tomar acciones inmediatas puede ayudar a una persona a evitar un infarto cerebral.

Entre ellos se encuentran: Tener la presión alta debido a que no causa signos ni síntomas, por lo que se debe tomar la presión arterial con regularidad, incluso en casa, haber tenido un derrame cerebral en el pasado o un accidente isquémico transitorio, también conocido como miniderrame y fumar o usar vaporizadores que tengan nicotina

Así mismo, beber alcohol en exceso, consumes ciertas drogas (como la cocaína o la heroína), tener diabetes, no tener suficiente actividad física, tener sobrepeso y obesidad,

Finalmente, tener ciertos problemas del corazón, como enfermedad de las arterias coronarias (enfermedad del corazón), tener un ritmo cardíaco irregular (incluyendo la fibrilación auricular) o problemas con una válvula del corazón y tener el colesterol alto.