El ayuno intermitente tiene múltiples beneficios en la salud del organismo.
El ayuno intermitente tiene múltiples beneficios en la salud del organismo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Alimentación

Estos son los principales beneficios y riesgos del ayuno intermitente

Los beneficios del ayuno intermitente son muchos, como la pérdida de peso y de grasa corporal, y también mejora la sensibilidad a la insulina.

25 de septiembre de 2022

Desde hace ya un tiempo el ayuno intermitente es una tendencia en auge, pero el concepto está aún rodeado de incógnita. ¿En qué consiste exactamente? ¿Es una opción extrema para perder peso, o es algo factible? ¿Cómo se debe enfocar? ¿Qué beneficios tiene?

Para resolver estas dudas y arrojar algo de luz sobre cómo se debe percibir este método de alimentación, Natalia López, asociada a la plataforma de bienestar Gympass, responde a las principales incógnitas sobre el ayuno intermitente. Eso sí, asegura que “antes de empezar con el ayuno intermitente, aconsejo preguntar a un especialista por nuestro caso en particular”.

¿En qué consiste?

El ayuno intermitente no es una dieta, en tanto que en principio no supone reducir el número de calorías que se consumen al día, sino establecer periodos de tiempo entre comidas, creando tramos horarios en los que se puede realizar más de una comida.

El ayuno intermitente es entonces un régimen alimenticio que permite ordenar la ingesta de calorías para acelerar el metabolismo y hacer más probable que el cuerpo, durante esos tiempos prolongados en los que no se come, tenga que recurrir a los tejidos adiposos que hay en reserva, la grasa del cuerpo, para conseguir la energía que se necesita para seguir funcionando.

Beneficios

El ayuno intermitente mejora los ritmos circadianos y los hábitos de sueño, reduce la grasa abdominal y regula el proceso de digestión, al darle descansos al sistema digestivo. Según la entrenadora personal, “los ritmos circadianos son los encargados de regular diferentes estados fisiológicos y mentales como el sueño o el hambre.

Al realizar ayuno intermitente, se va a poder ajustar el ciclo circadiano que regula el estado de ayuno, de manera que el organismo se adaptará a comer siempre a las mismas horas. Eso va a ser importante a nivel hormonal, ya que mejorará la secreción de algunas hormonas importantes para un adecuado rendimiento físico, como la hormona del crecimiento o el cortisol”.

El ayuno intermitente ralentiza además procesos neurodegenerativos, “ayuda a que estos procesos, según estudios realizados, se den de manera más leve. Esto estará más relacionado con el hecho de seguir una dieta con un ligero déficit calórico, algo que se ve favorecido por la práctica del ayuno intermitente”.

Riesgos

Es imprescindible consultar a un especialista antes de iniciar cualquier tipo de ayuno y comenzar siempre con mesura. Y es que un enfoque muy agresivo puede causar un efecto rebote, devolviéndonos a la casilla de salida o haciendo ganar aún más peso.

En este sentido, no se recomienda esta práctica a personas que hayan padecido trastornos alimenticios o sufran de ansiedad o fuerte estrés. Tampoco a menores de edad, personas de la tercera edad ni mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. No hay que olvidar que un ayuno demasiado prolongado en el que se ignora el hambre puede causar desmayos o bajadas acusadas de la tensión. “Por eso, recurrir a un profesional te ayudará a encontrar el enfoque adecuado”, concluye Natalia.

*Con información de Europa Press.