Estos son los riesgos de pasar la mayor parte del día sentado

Si bien es cierto que una persona pasa mucho tiempo sentada desde su niñez -en el colegio- y en su vida de adulto -en el trabajo-, esta posición trae efectos secundarios sobre la salud.

La Clínica Mayo, a través del doctor Edward R. Laskowski, explica que estar permanecer sentado por mucho tiempo puede propiciar un síndrome metabólico, que es el conjunto de factores de riesgo que desarrollan enfermedades, tales como:

• Presión arterial alta: la entidad precisa que es la “fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias”, y esto puede traer complicaciones sobre el corazón. La Organización Mundial para la Salud (OMS) afirma que por lo menos 1.280 millones de personas adultas entre los 30 y 79 años son las más propensas a desarrollarla.
• Obesidad: “En 2016, el 39 % de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13 % eran obesas”, señala la OMS, definiendo esta morbilidad como una acumulación de grasa que se da en el cuerpo.
• Colesterol alto: la Clínica explica que el colesterol “es una sustancia cerosa que se encuentra en la sangre”. Aunque el cuerpo lo necesita, en niveles altos es perjudicial, porque al depositarse en los vasos sanguíneos impide el flujo de sangre en las arterias, provocando enfermedades en el corazón.

Riesgos de permanecer sentado por un tiempo prolongado

Dentro de un análisis de 13 estudios, los expertos concluyeron que una persona que permanecía sentada por más de ocho horas al día, sin realizar actividad física durante su jornada, aumentaba el riesgo de morir; esto comparado a quienes consumen cigarrillo y tienen sobrepeso.

Por esto, también determinaron que quienes realizaban ejercicio entre 60 a 75 minutos en el día contrarrestaban el tiempo que permanecían sentados debido a sus rutinas diarias. Cabe destacar que la grasa abdominal se deriva de esta posición prolongada.

El doctor, a través de la institución de ciencia y salud americana, insta a buscar las maneras posibles y el tiempo para realizar ejercicio o interrumpir jornadas de trabajo para ponerse de pie por algunos minutos, y luego continuar con las actividades diarias sin afectar la salud.

Además, afirma que la actividad física contribuye a la salud mental y en la pérdida de peso, ya que el movimiento tiene un impacto profundo sobre el metabolismo.

Por su parte, la American Cancer Society, en el estudio ‘El tiempo de ocio prolongado que se pasa sentado en relación con la mortalidad por causas específicas en una cohorte grande de EE. UU.’, publicado en la American Journal of Epidemiology, señaló una relación existente entre el cáncer y estar sentado por mucho tiempo; sin embargo, encontró otras variables de enfermedades provocadas por la inactividad.

Es entonces que la investigación, con el uso de información de la Cohorte de Nutrición del Estudio de Prevención del Cáncer (CPS-II) de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, tuvo como foco 127.554 personas sin ningún diagnostico médico de patología crónica que fueron investigadas por 21 años, donde se evidenció la muerte de 48.784, todas ellas con un factor en común.

Sin embargo, quienes sobrevivieron elevaron las probabilidades de desarrollar otras enfermedades cuando reportaron su sedentarismo en sus tiempos libres, como:

• Alzheimer: en un artículo revisado por el doctor Gonzalo Ramírez, y publicado por Tua Saúde, explica que es una enfermedad degenerativa que afecta el cerebro e interrumpe las actividades cotidianas de una persona, como recordar los nombre de los objetos o aprender nuevos conceptos.
• Insuficiencia renal: cuando se habla de daños en los riñones se piensa en insuficiencia renal, que es el resultado de complicaciones sobre la salud que impiden que estos órganos cumplan con sus funciones, como regular la presión arterial, fortalecer los huesos y producir glóbulos rojos, explica la National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK).
• Parkinson: MedlinePlus, lo define como un”trastorno del movimiento” que se debe a la falta de producción de dopamina, es decir, que la cantidad es mínima para el cerebro.