Vida Moderna

Estos son los síntomas que se presentan tras la falta de colágeno después de los 40 años

Las articulaciones y los músculos se pueden ver afectados por la falta de esta proteína.

23 de noviembre de 2022
La nutrición es responsable de hasta un 30% de la generación de arrugas .
La falta de colágeno es el inicio en la aparición de arrugas y líneas de expresión. | Foto: Getty Images

Si bien es cierto que el colágeno es una proteína que el cuerpo deja de producir a partir de los 25 años, sus signos más destacables son las arrugas y las líneas de expresión que se perciben después de los 30 a 40 años de edad.

Entretanto, el colágeno no solo colabora en la formación de cartílagos y tendones, sino también puede ayudar en la recuperación de los músculos, luego de realizar ejercicios extenuantes.

De acuerdo con un artículo de Mejor con Salud, escrito por Okairy Zuñiga, el colágeno puede provocar una sensación de saciedad, evitando así que se consuman más comidas de las que el cuerpo necesita. Es entonces, que la lista puede ser amplia de las ventajas que tiene la ingesta de colágeno, al influir en la salud ocular y evitar enfermedades de la córnea como infecciones y lesiones.

Las señales que se perciben después de los 40 años

Tal y como se indicó, la falta de colágeno puede ocasionar la aparición de pliegues en el rostro, el debilitamiento en los huesos, y por ende, dolor en las articulaciones. Entre tanto, el portal de salud citado señala que los siguientes signos pueden ser falta de colágeno:

  • La piel se deshidrata.
  • Se debilitan las hebras capilares.
  • Aparecen las estrías en el cuerpo.
  • Hay flacidez en el rostro.
  • Se reduce la densidad de los huesos, que se traduce en osteoporosis.

Es importante señalar que aunque los anteriores fueron signos de alerta de la ausencia de colágeno en el organismo, la guía de un médico es fundamental para contrarrestarlos.

arrugas prematuras
Foto referencia sobre arrugas. | Foto: Getty Images

Los síntomas que produce la deficiencia de colágeno

Como se mencionó, la falta de colágeno puede producir dolores articulares y/u óseos, asegura Mejor con Salud. Incluso puede llegar afectar los dientes, permitiendo el desarrollo de:

Osteoporosis

La Clínica Mayo explica que la osteoporosis afecta los huesos, debilitándolos, causando fracturas por leves movimientos. La entidad asegura que estas lesiones son recurrentes en las muñecas, la columna vertebral y la cadera. Además se produce “cuando la generación de hueso nuevo es más lenta que la pérdida de hueso viejo”.

La vitamina K es importante para la salud ósea pues participa en la regulación del metabolismo del calcio. Foto: Getty Images.
Foto referencias sobre osteoporosis. | Foto: Foto: Getty Images.

Artritis

La Clínica Mayo define la artritis como “la hinchazón y la sensibilidad de una o más articulaciones”, donde los tipos más frecuentes son la artrosis y la artritis reumatoide. Sin embargo, existen otras como la séptica, psoriásica, del pulgar.

Tal y como lo señala el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, la artritis reumatoide es una enfermedad crónica donde se ven más afectadas las articulaciones de las muñecas, la columna vertebral, los pies y las rodillas.

Los síntomas que se destacan de esta afección son el entumecimiento, la rigidez, el dolor y la dificultad de movimiento. Todo se debe a que el sistema inmune impacta de manera negativa las articulaciones.

Las enfermedades del tejido conectivo

Tras la falta de colágeno, el tejido conectivo también se ve afectado. MedlinePlus lo describe como “un pegamento celular” que tiene como función el bienestar de muchas partes del cuerpo, como los cartílagos. Las siguientes enfermedades se ven asociadas con él.

  • Esclerodermia: esta es una enfermedad que se considera como un trastorno inmunitario, donde el exceso de colágeno puede ser una de sus causas. MedlinePlus explica que es “la acumulación de tejido similar cicatricial en la piel y en otras partes del cuerpo”.
  • Lupus: la entidad americana explica que el lupus es una enfermedad donde el sistema inmune agrede los órganos y los tejidos del cuerpo. Muchos son sus síntomas, pero la dificultad para respirar, los dolores articulares, los ojos secos y la fatiga son los más relevantes.

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