VIDA MODERNA
Estudio: la dieta mediterránea reduce uno de cada cuatro eventos cardiovasculares
La dieta mediterránea aporta varios beneficios para la salud.
Una intervención con dieta mediterránea rica en aceite de oliva durante 7 años puede prevenir uno de cada cuatro episodios cardiovasculares en pacientes de muy alto riesgo (personas que ya han sufrido un evento cardiovascular) en la población general y uno de cada tres en los varones, en comparación con una dieta baja en grasas y rica en hidratos de carbono, según dio a conocer el estudio CordioPrev.
En este estudio, cuyos resultados fueron publicados en mayo de este año en la prestigiosa revista The Lance, participaron varios investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), del Hospital Universitario Reina Sofía, de la Universidad de Córdoba y del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) dependiente del Instituto de Salud Carlos III.
El coordinador e investigador principal del estudio, José López Miranda, concretó que, con una dieta mediterránea, se evitarían en España un total de 530 infartos de miocrardio; 955 muertes por causas cardiovasculares; 1.375 revascularizaciones; 743 ictus isquémicos; 636 casos de enfermedad arterial periférica y 1.167 muertes por cualquier causa. Es decir, con la dieta mediterránea se previenen 5.410 muertes en un plazo de siete años.
“En pacientes de muy alto riesgo, reduciendo el principal factor etiológico de la enfermedad cardiológica, es decir, los niveles elevados de colesterol LDL, e incluso controlando todos los factores de riesgo cardiovascular, la probabilidad de un nuevo evento (infarto, ictus, muerte cardiovascular) es de un 30 % en 7 años”.
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“Por eso, diseñamos un estudio aleatorizado en que 1.002 pacientes que habían sufrido un infarto de miocardio en los 6 meses previos, recibían los dos modelos de alimentación que creíamos que eran muy saludables en la época del estudio: el modelo de dieta baja en grasa y rica en hidratos de carbono y el modelo de dieta mediterránea, rica en aceite de oliva virgen”, detalló.
Como ambas dietas eran saludables, las dos reducirían el LDL colesterol, hipertensión y control metabólico de forma muy similar.
“Pero lo realmente relevante es que esos pacientes sometidos a tratamientos intensivos y con dos modelos de dieta saludable tienen menos probabilidad de presentar un evento cardiovascular mayor. Al cabo de 7 años, observamos que, cuando se comparan esos dos modelos, la dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen reduce la probabilidad de tener un evento cardiovascular mayor en cerca de un 27 % en 7 años en población general”.
En hombres, el grupo poblacional más afectado por los eventos cardiovasculares, este porcentaje alcanzaba el 33 %, en comparación con la dieta baja en grasas. “De hecho, cuando se analizaron aquellos perfiles que seguían mejor la dieta mediterránea, vimos que los beneficios eran aún mayores, y la reducción del riesgo alcanzaba el 40 %”.
“La dieta tiene un efecto global, holístico, capaz de biomodular múltiples procesos y no un único factor de riesgo”, comentó el investigador. El modelo de dieta mediterránea también redujo la arteroesclerosis y mejoró la capacidad de regeneración de las células endoteliales, que regeneran el daño en las arterias coronarias.
¿En qué cosiste la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea aporta varios beneficios para la salud. Antes de iniciarla, se recomienda consultar con un profesional de la salud, como lo es un nutricionista, para recibir la asesoría profesional pertinente para saber que alimentos están incluidos en este plan de alimentación y si es viable para las condiciones de salud de cada paciente llevar a cabo.
Sin embargo, teniendo en cuenta las necesidades nutricionales individuales. Mayo Clinic brinda varios consejos para empezar correctamente con esta dieta:
- Preparar comidas basadas en vegetales, frijoles y cereales integrales.
- Comer pescado dos veces a la semana.
- Utilizar aceite de oliva extra virgen para preparar los alimentos, reemplazando la mantequilla o aceite tradicional.
- Consumir una cantidad significativa de frutas y verduras.
- Consumir proteínas magras o bajas en grasa.
*Con información de Europa Press.