Ciencia
Estudios identifican en qué parte del cerebro se produce la esquizofrenia
A pesar de que la esquizofrenia es incurable, un grupo de científicos ha encontrado su posible localización. Parece ser un hallazgo histórico que podría marcar nuevos tratamientos.
Las enfermedades mentales son una de las afecciones que más pueden impactar en el estilo de vida del ser humano, debido a que la capacidad de pensamiento y razón es lo que hace en sí a las personas diferentes de los demás seres vivos. La esquizofrenia es una de las enfermedades cerebrales más complejas y un grupo de estudio ahondó mucho más sobre su posible ubicación.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada trastorno mental tiene una manifestación distinta, pero muchos de los signos incorporan a las emociones, comportamiento, percepción, relación con los demás, entre otros. La esquizofrenia, altera la estructura del cerebro, según especialistas.
De acuerdo con un estudio que se centró en el análisis de la enfermedad mental que, por ahora, no tiene un dictamen exacto. Un grupo de investigadores se interesó por detallar la proteína que se vincula con la esquizofrenia, allí, teniendo como base la localización, se pudo determinar la parte del cerebro que mayoritariamente conserva el trastorno mental.
Por medio de una publicación en la revista del área académica Nature Communications, científicos trabajaron para hallar el espacio del cerebro más esquizofrénico con el objetivo de mejorar el tratamiento de pacientes con la enfermedad incurable, la cual altera los sentidos, la realidad del entorno y produce la desorientación total.
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Precisamente, el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) dice que los síntomas de una persona que puede llegar a ser esquizofrénica se presentan desde edades iniciales, por lo que muchos adolescentes son los más afectados. Además, factores ambientales pueden inmiscuirse en el trastorno mental y ser los verdaderamente responsables, aseguran.
Así las cosas, el grupo de investigadores de la Facultad de Letras, Artes y Ciencias Dornsife de la Universidad del Sur de California (USC), encontraron que la proteína 97 o SAP97 puede tomar representatividad en la enfermedad cerebral. Asociada a la sinapsis —conexión entre las neuronas—, este tipo de proteína ha sido estudiada, pero los resultados no han dado el sustento para comprenderla detalladamente. Se trata de un elemento misterioso con poco aporte científico.
Sin embargo, a raíz de las investigaciones previas que se han llevado a cabo años tras año, se pudo establecer que la SAP97 tiene relación con el trastorno mental. Una asociación que representa a la esquizofrenia con la permeabilidad proteica.
En otras investigaciones, se buscó a la proteína en las diferentes partes del cerebro, pero los resultados arrojados no fueron los más convincentes. En esta oportunidad, el grupo de investigadores se apartaron de las partes comunes que conserva la mente y se fijaron en un lugar que, en teoría, encaja con la esquizofrenia.
Se trata de la circunvolución dentada, espacio que está en el hipocampo y es el encargado de controlar los episodios de la memoria, es decir, conservar cada recuerdo. En efecto, en esta zona es donde los pensamientos son almacenados y la esquizofrenia puede impactar a este tipo de memoria. El hallazgo supone que el giro dentado puede relacionarse con la proteína 97.
Para llegar a este resultado, se analizó el cerebro de ratas que tenían la proteína en el cerebro donde se detectó cambios estructurales y afecciones en la circunvolución dentada. El grupo científico notó que la cantidad en presencias menores de SAP97 produce que las neuronas de esta zona tengan altas incidencia en la señalización glutamatérgica. Específicamente, ataca a la memoria episódica contextual, signo general de la esquizofrenia.
En ese sentido, el avance científico permite que, posiblemente, el estudio de la proteína pueda incorporarse a variables como la ubicación e indicar nuevos síntomas de esquizofrenia. Para los expertos, este es el inicio histórico de nuevos procesos de análisis y recopilación de datos que pueden conducir a sorprendentes tratamientos diferentes a los de antipsicótica, terapia y el apoyo social; los cuales pueden llegar a ser perjudiciales, según especialistas en neurociencia.