CIENCIA
¿Existen los extraterrestres? Nuevo estudio apuesta por la vida en Venus
Una ecuación calcula la probabilidad de que exista vida actualmente en el segundo planeta desde el Sol enfocándose en tres factores: origen, robustez y continuidad.
¿Hay vida en el planeta Venus? Responder esa pregunta es el objetivo de un estudio dirigido por el laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins (APL), que aporta un marco para estimar esa posibilidad y las incógnitas a despejar para saberlo.
Se trata de la llamada “Ecuación de Vida para Venus”, que calcula la probabilidad de que exista vida actualmente en el segundo planeta desde el Sol al enfocarse en la probabilidad de cada uno de los tres factores: origen, robustez y continuidad. El origen representa la posibilidad de que la vida haya comenzado y se haya afianzado en el planeta; la robustez es la probabilidad de que la cantidad y variedad de vida que se desarrolló fuera lo suficientemente grande como para resistir eventos climáticos dramáticos; y la continuidad es la probabilidad de que las condiciones que sustentan la vida hayan persistido continuamente desde sus orígenes hasta la actualidad.
A cada factor se le da un valor de cero a uno, cero significa que no hay posibilidad y uno significa certeza. Los tres factores se multiplican para producir una probabilidad de vida estimada de cero a uno. El estudio aparece en la edición del 28 de enero de la revista Astrobiology.
La Ecuación de Vida de Venus es un subconjunto de la famosa ecuación de Drake, desarrollada por el astrónomo estadounidense Frank Drake, que proporciona un marco para estimar el número de civilizaciones inteligentes en nuestra galaxia, la Vía Láctea. “He profundizado en el factor de la Ecuación de Drake que estima el número de planetas que sostienen la vida y me he centrado en los factores particulares de Venus”, dijo en un comunicado el científico planetario de APL y autor principal del estudio Noam Izenberg.
“Basándonos en el estado actual de la ciencia, argumentamos que existe una probabilidad distinta de cero de que Venus albergue vida. Pero este estudio es realmente un punto de partida para reconocer todas las lagunas de conocimiento que deben llenarse para llegar a una probabilidad más significativa”.
Para el factor de origen, hay dos posibilidades de cómo surgió la vida en Venus: o surgió por sí sola a partir de materia inerte o fue transportada allí desde otro lugar. Que se cree que Venus alguna vez tuvo un clima similar al de la Tierra, repleto de un océano de agua, abre la posibilidad de que la vida haya comenzado allí de forma independiente. Sin embargo, la teoría del transporte también está en juego.
Es plausible que la vida de la Tierra o de otros lugares pudiera haber viajado a Venus en meteoritos producidos por impactos planetarios que eran más comunes durante las primeras eras del sistema solar. Según el estudio, los valores de probabilidad para ambas consideraciones están sujetos a cambios en base a una investigación adicional.
Por ejemplo, más investigaciones sobre la química y el clima de Venus primitivo y la supervivencia de la vida almacenada en meteoritos durante cientos o miles de años de viaje por el espacio mejorarían la precisión de esas estimaciones.
Si la vida se apoderó de Venus, el segundo factor, la robustez, evalúa si la cantidad y variedad de vida fue lo suficientemente sustancial como para soportar cambios dramáticos en el clima. La Tierra es la vara de medir de la robustez porque no solo es el único planeta conocido por contener organismos vivos, sino que también contiene suficiente biomasa pura y diversidad de seres vivos que sobreviven hoy.
El posible entorno temprano de Venus comparable al de la Tierra plantea la idea de que también podría haber albergado una gran cantidad y diversidad de vida microbiana en sus océanos. Sin embargo, el tamaño real del antiguo océano de Venus, clave para comprender cuánta vida pudo haber surgido, no se conoce actualmente con ningún grado de certeza. De manera similar, se desconoce mucho acerca de una serie de procesos químicos y geológicos que también figuran en la ecuación de la vida.
Con información de agencia Europa Press.