ASTRONOMÍA

“En nuestra galaxia pueden existir miles de millones de planetas como la Tierra”

El descubrimiento de un nuevo sistema planetario que podría albergar vida asombró al mundo entero. ¿En qué se diferencian estos planetas con el nuestro? Semana.com habló con Juan Diego Soler, astrofísico colombiano, en busca de respuestas.

23 de febrero de 2017
| Foto: NASA/JPL-CALTECH | EPV

En la mañana del miercoles la NASA anunció con entusiasmo una noticia que acaparó las primeras planas de los diarios a nivel mundial: el descubrimiento de un nuevo sistema solar con siete planetas del tamaño de la Tierra. El hallazgo es el más cercano jamás descubierto, a unos 40 años luz de nosotros, y su estrella es tenue y fría de un tipo conocido como “enanas rojas”.

Para entender la importancia del descubrimiento de nuestro nuevo “vecino”, el astrofísico colombiano Juan Diego Soler, actualmente en el Instituto Max Planck de Alemania, habló con Semana.com y explicó los alcances del hallazgo de este Sistema Solar y su significado para las futuras misiones espaciales.

Semana.com: ¿En qué se diferencia este descubrimiento de la NASA con otros similares que se han dado en los ùltimos años?

Juan Diego Soler: Desde 1992, año en que se confirmó la primera detección de un planeta en un sistema planetario distinto al nuestro, hemos detectado 3449 planetas distribuidos en 2577 sistemas planetarios, la mayoría descubiertos con el satélite Kepler. Pero esta es la primera vez que se encuentran siete planetas de tamaños similares a la Tierra girando alrededor de la misma estrella. Además de eso, todos ellos se encuentran en la zona habitable, es decir que están a una distancia que les permite albergar agua líquida en sus superficies.

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Semana.com: ¿Cuáles son las diferencias entre estos exoplanetas y con nuestra Tierra?

Los siete planetas alrededor de Trappist-1 tiene tamaños y masas muy similares a la Tierra, pero están mucho más cerca de su estrella que nosotros del Sol. Además giran mucho más rápidamente alrededor de esa estrella. En ese sentido se comportan de forma muy similar a Júpiter,que tiene un tamaño muy similar a Trappist-1 y sus lunas.

Semana.com: ¿Qué significa que los planetas de TRAPPIST-1 estén más cerca de la estrella?

J.D.S.: Los siete planetas alrededor de TRAPPIST-1 están en órbitas mucho más cercanas que la de la Tierra alrededor del Sol y dan una vuelta alrededor de su estrella en un dia y medio, en el caso del planeta más cercano, y hasta más de 20 días, en el caso del planeta más alejado. Por estar tan cerca a la estrella central, los planetas de TRAPPIST están expuestos a llamaradas que posiblemente pueden haberlos privado de su atmósfera. Esos planetas también parecen tener acoplamiento de mareas, es decir que siempre muestran la misma cara a la estrella, teniendo un lado que está permanente de dia y otro que está permanente de noche.

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Semana.com: ¿Cuál es la diferencia entre un sistema solar como el que descubrió la NASA en el que la estrella es una enana roja y uno como el nuestro?

J.D.S.: Una estrella enana es un objeto que apenas tiene la suficiente masa para producir reacciones nucleares. Por esa razón emite menos energía que estrellas más calientes, como el Sol, haciendo que sus zonas habitables estén muy cerca de la estrella.

Comparación del tamaño de La Tierra con los exoplanetas de Trappist-1. Foto: NASA

Semana.com: La NASA habla de que no habían hallado los “planetas adecuados” para investigar si había vida más allá del sistema solar. ¿Este descubrimiento abre esta posibilidad?

J.D.S.: La Vía Láctea, nuestra galaxia, tiene entre 100 mil y 400 mil millones de estrellas. Las estrellas enanas, tipo K o M como Trappist-1, son las más comunes. El descubrimiento del sistema planetario alrededor de Trappist-1 nos hace pensar que en nuestra galaxia puede existir miles de millones de planetas como la Tierra en zonas que podrían favorecer la existencia de formas de vida.

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Semana.com: Entonces, ¿Por qué no habían intentado buscar planetas en sistemas solares con estrellas más pequeñas?

J.D.S.: Si se había intentado y en efecto la segunda parte de la misión Kepler (K2) se enfoco en este tipo de sistemas que son menos luminosos y por lo tanto más fáciles de estudiar que sistemas alrededor de estrellas más calientes. Sin embargo, sí es cierto que en la fase inicial de la búsqueda de exoplanetas los esfuerzos se concentraron en estrellas como nuestro Sol porque basicamente queriamos encontrar otro Sistema Solar como el nuestro.

Semana.com: Con este descubrimiento, las probabilidades de que haya vida màs allá de la Tierra son altas?

J.D.S.: Los elementos que conforman las formas de vidas terrestres (hidrógeno, carbono, oxígeno, nitrógeno, azufre) están entre los más comunes en el Universo. Se han encontrado compuestos orgánicos en planetas, planetoides y cometas dentro de nuestro sistema solar. Eso nos hace sospechar que los ingredientes básicos para la vida son comunes. Pero el descubrimiento de Trappist-1 nos permite enfocar nuestros esfuerzos hacia este tipo de sistemas planetarios. Ya hace algunos meses SETI (el Sistema de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) comenzó el monitoreo de señales de radiofrecuencia provenientes de estrellas como Trappist-1. Hasta el momento los resultados han sido negativos. Pero las evidencias de vida no necesariamente pueden ser de este tipo y por eso ahora el objetivo es buscar variaciones en las composición de las atmósferas de estos y otros planetas extrasolares que nos den pistas sobre la presencia de un ciclo biológico.

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Semana.com: ¿Cuáles elementos son estrictamente necesarios para que en uno de estos exoplanetas pueda haber vida?

J.D.S.: En astronomía cuando se estudian los planetas extrasolares y su potencial para albergar vida, nos recuerdan la historia de Ricitos de Oro y los Tres Osos. Un planeta que albergue vida no puede estar muy lejos de su estrella porque sería muy frío y además de esto necesita mantener una atmósfera que le permita mantener agua líquida, algo que por ejemplo Marte no tiene. Esas son las condiciones mínimas para considerar que un planeta pueda albergar vida remotamente similar a la que conocemos en la Tierra.

Semana.com: ¿Y en el caso que no cumplan estos mínimos?

J.D.S.: Hay una alternativa, no muy descabellada considerando los medios extremos en que la vida puede florecer en la Tierra, y es que existan formas de vida que no necesiten de esas condiciones.Si ese es el caso, nuestra imaginacion es el limite. Por eso seguimos observando el universo.