CIENCIA

Facebook finalmente prohibirá anuncios que desmotiven la vacunación

Un reciente informe del Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH) había criticado a la red social por permitir que el movimiento antivacunas permanezca en sus plataformas. 31 millones de personas siguen grupos de este tipo y la cifra va en aumento.

14 de octubre de 2020
| Foto: Semana

Facebook anunció este martes la prohibición de los anuncios que desmotiven a la gente a vacunarse. Anteriormente, la compañía ya tenía una política en contra de los engaños de los grupos antivacunas que fueron identificados por organizaciones de salud globales. Pero “ahora si un anuncio desalienta explícitamente a alguien a recibir una vacuna, lo rechazaremos”, dijeron el jefe de salud de la empresa, Kang-Xing Jin, y su director de gestión de productos, Rob Leathern.

La prohibición se produce en medio de la crisis de la pandemia y las múltiples críticas que ha recibido la red social por dudar en eliminar contenido problemático como el del negacionismo del Holocausto, el de grupos que abrazan la teoría de la conspiración QAnon, entre otros.

En el comunicado, los directivos de Facebook también anunciaron una campaña para orientar a las personas con información general sobre la vacuna contra la gripe y cómo obtenerla, utilizando su herramienta “Salud preventiva”. También dijeron que están trabajando con la Organización Mundial de la Salud y Unicef “en campañas de mensajes de salud pública para aumentar las tasas de inmunización”.

Muchos celebraron la decisión, pero para otros llegó demasiado tarde. Un reciente informe del Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH) advirtió que Facebook tenía una responsabilidad grande en el auge de los movimientos antivacunas en los últimos años. Lo acusó de ser un “escaparate de productos antivacunas”, que dirige a los clientes a los mercados en línea donde se pueden comprar estos productos.

El informe señaló que 31 millones de personas siguen grupos antivacunas en Facebook y 17 millones de personas se suscriben a cuentas similares en YouTube. También calculó que el movimiento contra las vacunas podría generar ingresos anuales de mil millones de dólares para las empresas de redes sociales. Hasta 989 millones de dólares podrían acumularse solo en Facebook e Instagram, en gran parte por publicidad dirigida a los 38,7 millones de seguidores de cuentas antivacunas.

La teoría de Wakefield hizo tanto daño que desde que publicó el estudio fraudulento, el movimiento antivacunas no ha parado de crecer, con consecuencias catastróficas. Durante la primera mitad de 2019, por ejemplo, hubo 90.000 niños con sarampión, el doble que en el mismo lapso de 2018.

De igual forma, los autores señalaron que las cuentas de redes sociales en poder de los llamados antivacunas han aumentado sus seguidores en al menos 7,8 millones de personas desde 2019. “La decisión de continuar alojando contenido de información errónea conocida y los actores dejó a los antivacunas en línea listos para atacar sobre la oportunidad que presenta el coronavirus”, afirma.

La preocupación ahora es que el creciente movimiento contra las vacunas podría socavar el lanzamiento de cualquier vacuna futura contra la covid-19. Se espera que esta inmunización sea la clave para superar la pandemia, pero muchos estudios ya advierten que gran parte de la población se negaría a recibirla debido a la desconfianza que ha generado la falsa información.

Estados Unidos ya ha encargado por adelantado millones de dosis de las vacunas en las que trabajan los laboratorios Pfizer y Moderna, pero también de las de AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax y Sanofi con el objetivo de asegurarse una entrega rápida de quien consiga desarrollarla antes.

Los efectos de estos grupos ya son evidentes. Según las autoridades sanitarias estadounidenses, la cantidad de niños que llegan a los dos años sin haber recibido ninguna vacuna superó el 0,9 por ciento para los nacidos en 2011 y el 1,3 por ciento de los nacidos en 2015. Además, el número de solicitudes de exenciones de vacunas aumentó en el periodo 2017-2018 por tercer año seguido en el país norteamericano.

Sin embargo, un gran estudio realizado entre más de 650.000 niños daneses seguidos durante más de una década llegó a la misma conclusión que varios trabajos precedentes: la vacuna contra las paperas, el sarampión y la rubeola no comportan ningún riesgo de autismo en niños, contrariando las teorías que defienden los activistas antivacunas.




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