Salud
Fallo hepático fulminante ¿cuáles son los síntomas?
Los pacientes con esta afección pueden pasar de un estado grave a un daño fulminante y letal.
La insuficiencia hepática fulminante es una enfermedad multisistémica que se origina debido a un daño hepático por una necrosis masiva rápida y la disminución del tamaño del hígado. De acuerdo con el Manual MSD, esta afección se puede producir después de una infección por ciertos virus tales como la hepatitis, la hepatitis alcohólica o una lesión hepática por el consumo de algunos medicamentos.
Al padecer esta insuficiencia, en cuestiones de días, los pacientes pueden pasar de un estado grave a un daño fulminante y letal. En este sentido, es importante detectar a tiempos la sintomatología que causa esta afección para acudir de inmediato al medio y poder iniciar un tratamiento adecuado para cada caso.
Según FundaHígado América, una organización sin ánimo de lucro, señala que la insuficiencia hepática fulminante puede generar distintos síntomas, entre ellos la ictericia, la cual genera un color amarillo en la piel y en la parte blanca de los ojos debido al exceso de bilirrubinas en la sangre que el hígado no procesa bien. Así mismo genera ascitis, es decir, la retención de líquidos en el abdomen que con frecuencia genera bastante molestia por la hinchazón en la zona.
Del mismo modo, la fundación indica que dicha afección puede generar encefalopatía hepática, la cual se presenta cuando se acumulan sustancias tóxicas en la sangre, ya que el hígado no puede liberarlas correctamente. A su vez, esto puede causar dolor estomacal, náuseas, aliento con olor a humo, fatiga y pérdida del apetito.
En algunos casos, las personas que contraen esta enfermedad pueden presentar un sangrado leve y la presencia de hematomas porque el hígado no sintetiza las proteínas para la coagulación de la sangre. Junto con ello, se puede presentar la disminución de la presión arterial y el síndrome hepatorrenal, el cual consisten en el desarrollo de una insuficiencia renal.
Ahora bien, el diagnóstico de un fallo hepático fulminante requiere una valoración médica en el que se hace una leve exploración de la historia clínica y los síntomas, y luego se remite el paciente a un examen de sangre, orina e incluso una radiografía. Cuando estos análisis se hayan realizado, el tratamiento puede variar dependiendo el origen de la insuficiencia, al igual que la sintomatología del paciente.
Los tratamientos más comunes para la insuficiencia hepática fulminante se puede dar por medio de análogos de nucleósidos, N-acetilcisteína o un trasplante de hígado, según el Manuel MSD. Es importante mencionar que la N-acetilcisteína es un antídoto para la intoxicación por paracetamol. Este medicamento es más eficaz si se administra dentro de las ocho primeras horas de la ingestión del paracetamol.
A su vez, cuando una persona padece esta afección de forma aguda o crónica, es importante hacer algunos cambios en la dieta alimenticia. Expertos de FundaHígado aconsejan limitar el consumo de sodio con el fin de evitar la retención de líquidos y también evitar el consumo de alcohol.
¿Cómo prevenir un fallo hepático fulminante?
Para evitar insuficiencia hepática fulminante es fundamental eliminar el consumo de alcohol u otras drogas, especialmente si afectan el hígado. También, el portal web Cuidate Plus recomienda evitar la absorción de amoniaco u otras sustancias neurotóxicas y prevenir afecciones como el estreñimiento, el sangrado digestivo y las alteraciones hidroelectrolíticas. Además, Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) insiste en que los pacientes con esta enfermedad mantenga una dieta equilibrada que garante una correcta hidratación y un buen estado nutricional.