PSICOLOGÍA
Las parejas son felices sin hijos
Las parejas que deciden no ser padres tienen mayores niveles de satisfacción en su relación conyugal, señala un estudio. Estas son las razones.
Durante siglos la paternidad ha sido asociada con la felicidad y la realización de las personas. Pero para sorpresa de muchos, un reciente estudio reveló que quienes no tienen hijos reportan mayores índices de satisfacción y felicidad en su vida conyugal. Según el trabajo, las parejas sin niños reportaron mayor satisfacción con su relación y se sienten más felices en su matrimonio que quienes están criando uno o más hijos.
Esto se debe, según los expertos, a que las parejas sin hijos tienen más tiempo para construir y mantener la relación, lo cual puede implicar desde compartir una taza de café hasta hacer caminatas juntos. Por el contrario, las que están criando ponen a sus hijos como prioridad, y dejan en segundo plano la relación conyugal, especialmente durante los primeros años de crianza.
La investigación, titulada Enduring Love? Couple Relationships in the 21st Century, es una de las más amplias que se ha hecho acerca de las relaciones de pareja y fue llevada a cabo por Jacqui Gabb y Janet Fink, científicas de la Universidad Abierta del Reino Unido. Ambas entrevistaron a más de 5.400 personas entre los 18 y 65 años de diferentes orientaciones sexuales y estado civil, con el fin de evaluar qué factores determinan la felicidad de las parejas en el siglo XXI.
En el trabajo, los miembros de las parejas sin hijos no solo reportaron que se sienten más valorados por su compañero sino que tienen una vida sexual mucho más satisfactoria. Los padres, en cambio, citaron la ausencia de intimidad como una desventaja en su relación, debido a la presencia de los hijos en la casa. Este aspecto fue más significativo en las mujeres.
El hallazgo coincide con la aparición de los dinks, (dual income, no kids) un modelo de pareja que ha tomado fuerza durante los últimos años y cuya característica es su falta de interés en tener hijos, pues prefieren realizarse como profesionales y no creen tener tiempo suficiente para criarlos. Además, quieren disfrutar de su tiempo libre en viajes y lujos, algo que sería imposible si tuvieran familia. Los dinks son más frecuentes en los estratos altos y en los países desarrollados, aunque ya se empieza a ver una que otra pareja en Colombia.
Paradójicamente, las madres encuestadas tuvieron el puntaje más alto de felicidad mientras que las que no tienen hijos registraron los más bajos. Esto puede significar que, a pesar de que la maternidad es una gran fuente de felicidad en el matrimonio, la crianza pone una carga en la relación que las parejas deben tener en cuenta. Es difícil pretender que luego de lidiar con los hijos en el día haya espacio para expresiones de gratitud, intercambios de cumplidos o una sonrisa amable, que según el estudio son las prácticas más importantes para mantener una relación a flote. Sin embargo, las parejas que están criando deben tener en cuenta este aspecto para evitar que su relación se desgaste.
Una encuesta de la firma Gallup publicada en 2012 confirma estos datos. Fue hecha con cerca de 2 millones de personas casadas entre los 34 y 46 años en Estados Unidos y reveló que las parejas con hijos experimentan mayores altibajos en su relación, debido a que la crianza les produce estrés y emociones negativas.
Sin embargo, otro estudio reciente hecho por las universidades de Princeton y Stony Brook, en Estados Unidos, no encontró mayores diferencias en el nivel de satisfacción que sienten las parejas con hijos y sin ellos. “No puede determinarse que tener hijos sea mejor que no tenerlos”, señaló Arthur Stone, coautor del trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science.
Es posible que simplemente cada tipo de pareja traiga consigo sus propios problemas. Lo cierto es que para las investigadoras británicas su trabajo demuestra que la decisión de tener hijos o no tenerlos es determinante en la calidad de una relación de pareja.