VIDA MODERNA

Fibromialgia: estos son los síntomas del síndrome del ojo seco

La fibromialgia es una enfermedad crónica que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo.

9 de octubre de 2022
Las infecciones en los ojos pueden causar comezón, irritación y sequedad. Foto: Gettyimages.
Imagen de referencia, no corresponde al caso en mención. | Foto: Foto Gettyimages

La fibromialgia, una patología caracterizada por dolor y cansancio, afecta a varias esferas de la salud de los pacientes, como lo es la visión.

De hecho, la doctora María José González, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Dexeus (Barcelona), explicó en agosto del presente año al medio español La Vanguardia que en un gran número de casos, la fibromialgia puede estar asociada a patología ocular y presentar alteraciones visuales, ojo seco y cambios en la sensibilidad corneal.

En cuanto al síndrome del ojo seco, el cual entre el 20 y el 35 % de las personas con fibromialgia padecen esa patología, empiezan a experimentar los siguientes síntomas:

- Dolor al utilizar lentes de contacto

- Piquiña y ardor en los ojos.

- Visión borrosa fluctuante, especialmente para leer.

- Sensación de cansancio y pesadez en los ojos.

- Secreción o una especie de contra al borde los párpados.

- Lagrimeo constante que aparece como mecanismo de defensa.

- Sensación de arenilla en la vista.

- Ojos rojos e irritados.

- Hipersensibilidad o intolerancia a la luz

Los síntomas que ayudan a detectar la enfermedad

Según explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), los expertos aún no conocen las causas de esta afección. En algunos casos puede ser hereditario.

Quienes tienen afecciones reumáticas u otras enfermedades que generen dolor o trastornos del estado de ánimo, tienen un mayor riesgo de padecer fibromialgia. Estas incluyen:

  • Artritis reumatoide.
  • Lupus eritematoso sistémico (por lo general conocido solo como lupus).
  • Espondilitis anquilosante.
  • Osteoartritis (también conocida como artrosis).
  • Depresión o ansiedad.
  • Dolor de espalda crónico.
  • Síndrome del intestino irritable.

Entre tanto, Medline Plus señala los síntomas que pueden ayudar a detectar la enfermedad. En caso de presentarlos se debe acudir al médico para que sea él quien realice el diagnóstico correcto.

  • Dolor y rigidez en todo el cuerpo.
  • Fatiga y cansancio.
  • Problemas con el pensamiento, memoria y concentración (conocido como niebla mental o “lagunas”)
  • Depresión y ansiedad.
  • Dolores de cabeza, incluyendo migrañas.
  • Síndrome del intestino irritable.
  • Adormecimiento u hormigueo en manos y pies.
  • Dolor en el rostro o mandíbula, incluyendo una afección conocida como trastorno de la articulación temporomandibular.
  • Problemas para dormir.

De acuerdo con Mayo Clinic, la fibromialgia puede presentarse junto con otras afecciones como:

  • Síndrome de colon irritable.
  • Síndrome de fatiga crónica.
  • Migraña y otros tipos de dolores de cabeza.
  • Cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa.
  • Trastornos de la articulación temporomandibular.
  • Síndrome de taquicardia postural.

Tratamiento

Aún no hay una cura para la fibromialgia. Los médicos brindan un tratamiento para ayudar a manejar la enfermedad y tener calidad de vida. En la mayoría de los casos, hay una combinación de diferentes tratamientos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades los menciona:

  • “Medicamentos, entre ellos medicamentos recetados y de venta sin receta para aliviar el dolor.
  • Ejercicios aeróbicos y ejercicios de fortalecimiento muscular.
  • Clases de educación del paciente, generalmente en entornos comunitarios o de atención médica primaria.
  • Técnicas de manejo del estrés, como meditación, yoga y masajes.
  • Buenos hábitos del sueño para mejorar su calidad.
  • Terapia cognitivo conductual (TCC) para tratar la depresión subyacente. La TCC es un tipo de terapia hablada con el objetivo de cambiar la forma en la que las personas actúan o piensan”.

Cambios en el estilo de vida

Los médicos también pueden recomendar hacer algunas modificaciones en la rutina diaria para contribuir a la calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad. Algunos de estos cambios pueden incluir:

  • Ejercitarse regularmente.
  • Aprender a controlar el estrés.
  • Tener una dieta equilibrada.
  • Dormir bien.