Fibromialgia: la hierba que ayuda a reducir la tensión muscular y rigidez en las articulaciones

La fibromialgia es un trastorno que se caracteriza por un dolor musculoesquelético generalizado que está acompañado de fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. De acuerdo con expertos de Mayo Clinic, la fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor en las personas porque afecta el modo en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales de dolor y de no dolor.

Los síntomas de esta enfermedad inician generalmente después de un traumatismo físico, cirugía, infección o estrés psicológico significativo. En otros casos, los síntomas se acumulan progresivamente con el tiempo, sin que exista un evento desencadenante.

Recientes estudios han determinado que las mujeres son más propensas a desarrollar esta patología en comparación con los hombres. Entre los síntomas de la fibromialgia también se encuentra dolor de cabeza, trastornos de la articulación temporomandibular, síndrome de colon irritable, ansiedad y depresión.

Actualmente, no existe una cura para la fibromialgia, sin embargo, se han desarrollado algunos medicamentos que controlan los síntomas de la enfermedad. A continuación se describen algunas soluciones herbales que pueden ayudar a la persona a calmar y controlar las molestias. Estos son.

Té de tomillo

El tomillo es rico en flavonoides, por lo que tiene propiedades antioxidantes excelentes para detener el deterioro de los tendones, ligamentos y las articulaciones. Cuenta con una elevada concentración de hierro, calcio y potasio que sirve para regular presión arterial. De igual modo, favorece la formación de glóbulos rojos, que optimizan el funcionamiento de todos los órganos del cuerpo humano.

Ingredientes

• 2 tazas de agua (500 ml).
• 2 cucharadas de tomillo fresco o seco (30 g).
• 1 cucharadita de miel natural (7,5 g).

Preparación

• Calentar el agua y, cuando llegue a ebullición, añadir a una taza con el tomillo.
• Dejar reposar durante 8 minutos y filtrar la infusión para extraer los residuos sólidos.
• Tomar este té todos los días en ayunas, endulzado con miel.

Cúrcuma y leche

Gracias a las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma, esta mezcla disminuye las tensiones musculares y la rigidez en las articulaciones. Además, estimula el funcionamiento del sistema inmunitario, lo cual resulta beneficioso en el tratamiento de la fibromialgia.

Ingredientes

• 1 taza de leche (250 ml).
• 1 cucharada de cúrcuma rallada (15 g).

Preparación

• Calentar la leche y, cuando hierva, retirar del fuego y añadir la cúrcuma.
• Mezclar bien, dejar reposar y consumir esta preparación 2 veces al día.

La cúrcuma también puede incorporarse como aderezo en las ensaladas que hacen parte de la dieta cotidiana con el propósito de disminuir los síntomas de la fibromialgia.

Compresas de flores de caléndula y alcohol isopropílico

Las compresas de flores de caléndula y alcohol isopropílico tienen una acción analgésica que permitirán a la persona ayudar a calmar los fuertes dolores musculares de esta enfermedad.

Ingredientes

• 4 cucharadas de flores de caléndula (60 g).
• ¾ vaso de alcohol isopropílico (150 ml).

Preparación

• Incorporar las flores de caléndula a la botella de alcohol isopropílico.
• Dejar reposar la mezclar por 24 horas para lograr que las propiedades herbales de la caléndula se mezclen con el alcohol.
• Impregnar una compresa con la mezcla y aplicarla sobre la región en la que sienta dolor.

Baño de lavanda y romero

La combinación de las fragancias de la lavanda y el romero ayudarán a la persona a controlar el estrés y la ansiedad, que son parte de la sintomatología de la fibromialgia.

Ingredientes

• 4 cucharadas de lavanda (60 g).
• 2 cucharadas de romero (30 g).
• Agua (cantidad necesaria).

Preparación

• Llenar la tina con agua templada y agregar lavanda y romero. Asegurarse de esparcir las hierbas por toda el agua.
• La persona debe sumergirse en la tina y descansar de 15 a 20 minutos.