SALUD
Fibrosis pulmonar: estas son sus causas y síntomas
La fibrosis pulmonar idiopática es la más común y afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, así como a las personas que fuman.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad que se produce cuando el tejido de estos órganos se daña y se producen cicatrices. Este tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que los pulmones funcionen correctamente. A medida que el padecimiento avanza, la persona tiene más dificultad para respirar.
Si bien hay diferentes tipos diferentes de fibrosis pulmonar, la más común es la idiopática, que no tiene una causa conocida.
Según American Lung Association, es posible que esta enfermedad se diagnostique de manera errónea porque los síntomas pueden ser similares a los de otros padecimientos de estos órganos. De cualquier manera, cuando se presentan estas señales, es importante recurrir al médico: falta de aliento, especialmente durante el ejercicio, tos seca y persistente, respiración rápida y superficial, pérdida gradual de peso involuntaria, cansancio, dolor de articulaciones y músculos y acropaquía, que es el ensanchamiento de las puntas de los dedos de manos y pies.
La mencionada institución señala que los principales factores de riesgo para que se presente esta enfermedad están relacionados con la exposición a productos químicos peligrosos, humo del cigarrillo, enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la esclerodermia o el síndrome de Sjogren; enfermedad por reflujo gastroesofágico y antecedentes familiares.
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La fibrosis pulmonar idiopática afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, a las personas que fuman y a quienes desarrollan determinadas ocupaciones como, por ejemplo, los que trabajan en minería o construcción.
También quienes reciben tratamientos oncológicos con radiación en el tórax o determinados fármacos para quimioterapia están más expuestos a enfrentar fibrosis pulmonar.
De acuerdo con el instituto Mayo Clinic, la evolución de la fibrosis pulmonar y la gravedad de los síntomas pueden variar considerablemente de una persona a otra. Algunas se enferman rápidamente y presentan un cuadro grave. Otras tienen síntomas moderados que empeoran más lentamente, en el transcurso de meses o años.
Dificultad para respirar
En algunas personas, los síntomas pueden empeorar rápidamente con dificultad grave para respirar, que puede extenderse varios días o semanas. Cuando esto sucede es posible que se les deba poner un respirador artificial, también el médico puede ordenar antibióticos, corticoesteroides u otros medicamentos para tratar la exacerbación aguda.
Si bien en muchos casos las causas de esta enfermedad son desconocidas, el daño puede deberse a muchos factores diferentes, incluidos la exposición por un largo plazo a determinadas toxinas, ciertos trastornos médicos, radioterapia y algunos medicamentos.
La exposición por un largo plazo a ciertas toxinas y contaminantes puede dañar los pulmones. En estos procesos influyen factores como la harina de sílice, fibras de asbesto, polvo de metales duros, polvo de carbón, polvo de granos y excremento de pájaros y animales.
Este daño pulmonar también puede producirse como resultado de varias afecciones, incluidas dermatomiositis, polimiositis, lupus eritematoso diseminado, artritis reumatoide, sarcoidosis, esclerodermia y neumonía.
“Son muchas las sustancias y afecciones que pueden causar fibrosis pulmonar. De todas maneras, en muchos casos, nunca se encuentra la causa y es a la enfermedad que se le conoce como idiopática”, indica Mayo Clinic.
Complicaciones
Entre las complicaciones que se pueden presentar por esta enfermedad están la presión arterial alta en los pulmones (hipertensión pulmonar). “A diferencia de la presión arterial alta sistémica, esta afección repercute solo en las arterias de estos órganos. Se inicia cuando el tejido cicatricial comprime las arterias y los capilares más pequeños, lo cual incrementa la resistencia al flujo sanguíneo en los pulmones”, explica el instituto Mayo Clinic.
Esto, a su vez, eleva la presión dentro de las arterias pulmonares y en la cámara cardíaca inferior derecha (ventrículo derecho). Algunas formas de hipertensión pulmonar son enfermedades graves que se complican progresivamente y, a veces, provocan la muerte.
La fibrosis pulmonar que se da por largo tiempo aumenta el riesgo de que se desarrolle cáncer de pulmón. Además, a medida que la fibrosis pulmonar avanza, puede derivar en complicaciones como coágulos sanguíneos e infecciones en estos órganos.
Según el portal Top Doctors, la mejor manera de prevenir esta enfermedad es evitar sus posibles focos de infección. Es decir, evitar entrar en contacto con sustancias químicas, los tratamientos con radiación y algunos medicamentos. “Los puestos de trabajo que están en contacto con sustancias químicas o peligrosas, deben prevenir a sus trabajadores de una futura fibrosis pulmonar”, concluye.