Vida Moderna
Fiebre: el té natural antiinflamatorio y analgésico que ayuda a bajarla
Esta infusión tiene propiedades antibacterianas que ayudan a bajar la temperatura del cuerpo.
Por lo general, el organismo debe permanecer con una temperatura media para que los órganos puedan realizar todas sus funciones. Sin embargo, cuando la temperatura se eleva, aunque es una reacción natural del cuerpo, se le debe prestar atención.
Popularmente se habla de fiebre cuando la temperatura corporal supera los 37º, médicamente no se considera así hasta que supera los 38º.
Cuando la fiebre se acerca peligrosamente a los 40º C, sobre todo en ancianos (la persona puede sufrir una alteración del sistema nervioso central). De esta manera, no es conveniente pasar nunca de los 38º C en caso de personas que sufren diabetes, insuficiencia renal o cardiaca, entre otras, porque si no se baja la fiebre alta puede acabar perjudicando a órganos que ya no funcionan del todo bien, por lo que estos trastornos podrían empeorar.
Para controlar la temperatura corporal, existen múltiples métodos naturales que ayudan a bajar rápidamente la fiebre. Por ejemplo, en la medicina tradicional, los expertos aconsejan darle al paciente el té de quina, una infusión natural que contiene propiedades antibacterianas que ayudan a bajar la temperatura.
A continuación, el portal web especializado Tua Saúde explica cómo preparar esta saludable infusión:
Ingredientes
- 0,5 gramos de cáscara cortada muy fina de quina.
- 1 taza de agua.
Preparación: inicialmente se debe colocar la cáscara de quina en el agua y dejar hervir por 10 minutos. Esta bebida se debe consumir 3 tazas al día antes de las comidas.
Adicional a esta bebida, es fundamental realizar ciertas acciones que ayuden a reducir la temperatura para que el cuerpo no tenga ningún tipo de reacción negativa que pueda afectar el organismo. El portal en mención señala algunas de ellas:
- “Retirar el exceso de ropa.
- Colocarse cerca de un ventilador o en espacio aireado.
- Colocar una toalla mojada con agua fría en la frente y en las muñecas.
- Tomar un baño con agua tibia.
- Evitar esfuerzos e intentar permanecer en reposo.
- Beber bastantes líquidos.
- Optar por alimentos ricos en vitamina C, como naranja, mandarina o limón”.
¿Cómo bajar la fiebre en niños?
Si un niño se acerca o supera los 40º C hay que bajar la fiebre rápidamente porque puede provocar convulsiones en ellos.
A partir de 38º C, también conviene tratar la fiebre si el niño se nota débil y el médico lo aconseja. Y lo mismo hay que hacer si se acompaña de rigidez de cuello o petequias (que son unos puntitos o manchitas rojas en la piel que no desaparecen al presionarla).
Hay que tener en cuenta que si la subida de temperatura afecta a bebés de menos de 3 meses, hay que acudir siempre al pediatra para que evalúe el caso. También conviene consultar con el médico si la fiebre dura 5 días o más, sea cual sea la edad que tenga el niño.
Para bajar la fiebre infantil sin medicamentos, la persona puede seguir los mismos consejos que para los adultos (desabrigarles, aplicar paños de agua fresca o baños de agua tibia), esto generará alivio en el menor. También es importante ofrecerle agua u otros líquidos (zumos naturales, caldos) a menudo, para reponer el líquido que se pierde con el aumento de la temperatura corporal.
En cuanto a los fármacos, lo habitual es usar también paracetamol o ibuprofeno, ambos de efecto antitérmico. Utilizar el medicamento y la dosis que indique el médico, que varía en función de la edad y el peso del niño.
En conclusión, puede afirmarse que, dado su papel defensivo, en la mayoría de los casos la persona no debería hacer nada para bajar la fiebre. Suprimirla “artificialmente” puede crear una falsa sensación de mejoría, pero conviene hacerlo siempre si se acerca o supera los 40º C o en determinados casos cuando alcanza los 38º C, tanto en adultos como en niños.
Al ser un síntoma, la fiebre bajará por sí sola cuando se trate el trastorno que la está provocando (con antibióticos, por ejemplo, si el médico determina que responde a una infección bacteriana).
No hay que pensar que si sube mucho y no se logra bajar se debe siempre a una causa grave, pues una enfermedad banal puede dar lugar a fiebre muy alta y al revés; hay trastornos peligrosos que no causan ningún cambio de temperatura.
Y que no produzca una respuesta rápida al tratamiento antitérmico, tampoco aporta datos relevantes sobre la gravedad de la patología.