BELLEZA
Flacidez: ¿cómo reafirmar la piel después de perder peso?
La flacidez puede ser producto del paso del tiempo, una mala alimentación, la exposición permanente al sol y la pérdida acelerada de peso.
La flacidez se evidencia con la pérdida de firmeza de la piel en diferentes partes del cuerpo, debido a la disminución de la fuerza de las fibras musculares responsables de su correcto posicionamiento.
Es natural que la piel se ponga flácida cuando los tejidos que la sostienen, el colágeno y la elastina se debilitan a causa de una pérdida de peso rápida, el paso del tiempo, una mala alimentación y también una exposición solar importante.
Bajar de peso de manera acelerada es una de las principales razones por las que la piel se pone flácida. Lo recomendable es tonificarla a medida que el cuerpo va perdiendo peso, pero aún así puede que el propósito no se logre.
Las zonas del cuerpo más afectadas por la flacidez suelen ser la papada y los párpados en el rostro, la cara interna de los muslos y brazos, el abdomen y los glúteos, afirma el portal Mejor con Salud.
Tendencias
Ejercicio
Son diversas las alternativas que se tienen para recuperar la firmeza de la piel. Una de las mejores formas de lograrlo es el ejercicio. Debajo de la piel flácida están los músculos, los cuales se deben ejercitar y tonificar.
El portal Sport, de España, indica que es importante realizar un plan de entrenamiento enfocado en tonificar todas esas zonas donde el exceso de piel es más visible como el abdomen, brazos o glúteos. En este sentido, la realización de abdominales, planchas y ejercicios multiarticulares puede ser una buena opción para reducir la piel flácida del abdomen.
También se pueden incluir ejercicios de tonificación de brazos, pecho, piernas y glúteos. Según la información de este sitio web, no hace falta ir al gimnasio, pues hay muchas tablas de ejercicios que se pueden realizar solo con unas mancuernas.
Alimentos ricos en proteínas
Con una piel flácida, la recomendación es además de consumir frutas y verduras, incrementar la ingesta de proteínas, que son las que pueden nutrir los tejidos de los músculos y de la piel que la persona necesita reafirmar. Pueden ser de origen animal o vegetal. No obstante, lo mejor es optar por la proteína magra; es decir, aquella que contiene niveles reducidos de grasa. Algunos de los alimentos recomendados son la pechuga de pollo o pavo, el salmón, el huevo y la espinaca.
También es importante incorporar a la dieta alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y biotinas que ayudan estimular la producción natural de colágeno. Las comidas ricas en vitamina E y C son clave para mejorar el estado general de la piel. La vitamina E es un regenerador dérmico y ayuda a devolver la piel a su aspecto saludable, lo mismo que hace la vitamina C, que la protegerá de las agresiones externas ayudando a su perfecta recuperación, precisa una publicación de la revista de bienestar y fitness Vitónica.
Ambas se pueden encontrar en frutas y verduras. La vitamina E aparece en grandes dosis en cereales integrales, vegetales de hoja verde y en aceites de origen vegetal. La vitamina C está presente en los cítricos, principalmente.
Hidratación
Consumir abundante agua es otra forma de hacerle frente a la flacidez de la piel. Es importante que el cuerpo se mantenga hidratado. Para lograrlo, una de las recomendaciones es beber sorbos de agua cada media hora y alternarla con otras bebidas también saludables como, por ejemplo, infusiones, indica Mejor con Salud.
Aloe vera
La sábila es uno de los mejores hidratantes y reparadores de la piel dañada. Sus principios activos, sus antioxidantes, vitaminas y minerales ayudan a tratar las zonas más afectadas por las estrías. Para beneficiarse de ella, la recomendación es dar un masaje cada día con el gel que se extrae de sus hojas. Se deja actuar unos minutos y luego se lava con abundante agua, preferiblemente fría o tibia, no caliente.
Evitar el sol
Además de que los rayos solares pueden provocar manchas y arrugas en la piel, también destruyen las fibras de colágeno y provocan flacidez, tanto en el rostro, como en el cuerpo. La recomendación es no exponerse al sol y utilizar protección contra los rayos ultravioleta.