SALUD
"Sobre la donación de órganos hay muchos tabús basados en la religión y mitos injustificados"
SEMANA habló con el representante Gabriel Santos, quien radicó esta semana en el Congreso un proyecto de ley que podría salvar la vida de decenas de colombianos. Plantea una sobretasa al cigarrillo y al tabaco para fortalecer estos programas.
En 2016, la Ley 1805 en Colombia convirtió a todos los ciudadanos en donantes obligatorios y eliminó la facultad que tenían los familiares para oponerse a la extracción de los órganos y tejidos. Aún así, Colombia presenta uno de los índices más bajos de donación de órganos a nivel mundial.
Mientras que en el país hay 8.4 donantes por millón de habitantes, los países líderes como España tienen 40.2 por millón. La razón, dicen los expertos, obedece a varios factores, entre ellos la desinformación sobre el tema y los mitos que se han calado en el imaginario de la población.
Para tratar de combatir estas problemáticas, el representante Gabriel Santos, radicó esta semana en el Congreso un proyecto de ley que busca redoblar esfuerzos para aumentar la donación. Propone, entre otras cosas, la actualización y fortalecimiento de la normatividad vigente en materia de donación a través de la creación de la Organización Nacional de Ablación, Donación e Implante, la formación de más profesionales en este campo y una sobretasa al cigarrillo y al tabaco para financiar estos propósitos.
SEMANA: Usted presentó un proyecto de ley que lleva el nombre de un niño: Omar Santiago. ¿Quién es él?
Gabriel Santos: Omar Santiago es un niño que conozco. Es un pequeño de 13 años que lleva dos años esperando un trasplante de riñón. Este proyecto de ley lleva su nombre porque es un homenaje a esa lucha que he visto que han dado él y su familia. Con el nombre de la ley queremos que su caso no se vuelva a repetir. Que cuando oigamos su nombre nos duela tanto que redoblemos esfuerzos para aumentar la donación en Colombia. Lo que propongo es la actualización y fortalecimiento de la normatividad vigente en materia de donación y transplante de componentes anatómicos, con el fin de garantizar procedimientos idóneos y efectivos tendientes a la preservación de la vida humana y la recuperación integral de la salud. Este proyecto de ley consiste en crear una entidad rectora en materia de donación, con autonomía administrativa que pueda dirigir de manera exclusiva todo aquello relacionado con la donación y trasplante en Colombia.
SEMANA: Propone la creación de la Organización Nacional de Ablación, Donación e Implante. ¿Qué es eso y qué soluciona?
G.S.: Hoy, es el Instituto Nacional de Salud el encargado de coordinar todos los asuntos relacionados con donación y trasplante de componentes anatómicos, sin embargo, este organismo debe además regir todas las políticas de salud pública del país, lo que dificulta que se puedan llevar a cabo de manera eficiente todos los procedimientos, tanto administrativos como médicos. De ahí la importancia de crear la Organización Nacional de Donación, Ablación e Implante. Se trata de una entidad que permitirá que se articulen y coordinen todos los actores que hacen parte de la cadena de donación y trasplantes para optimizar los procesos y garantizar trasplantes exitosos. Además logrará que se evalúe y se haga seguimiento al desempeño de las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) habilitadas en el servicio de trasplante y que se administren de mejor manera los registros correspondientes. Esta entidad tendrá autonomía administrativa, financiera y patrimonio propio, garantizará que los recursos que se le asignen o reciba por concepto de nuevas fuentes como por ejemplo, una sobretasa al cigarrillo, sean destinados, de manera directa y autónoma, al fortalecimiento de los procesos de donación y trasplante en el país, así como la promoción de los mismos.
SEMANA: El senador Rodrigo Lara ya había logrado la aprobación de una ley en este sentido ¿Por qué proponer otra?
G.S.: La Ley 1805 de 2016 hizo un gran avance en materia de donación y trasplantes. La inversión de la presunción de la donación en el país y poner el tema en la discusión pública son avances de un valor incalculable. Sin embargo, esta ley no ha sido reglamentada a la fecha por el Gobierno nacional, lo que hace que las tasas de donación y trasplante no hayan incrementado de manera significativa. De igual manera el proceso legislativo se debe ajustar a la realidad nacional, que cambia de manera constante. A eso obedece el proyecto de ley: subsanar algunos vacíos en el proceso de donación, crear el andamiaje institucional para fortalecer las regulaciones y procesos existentes y actualizar la regulación necesaria para la donación.
SEMANA: ¿De dónde saldrá la inversión para estos programas, teniendo en cuenta que su costo de ejecución es alto (desde lo logístico y profesional)?
G.S.: Esta iniciativa contempla como garantías de viabilidad fiscal para el ejercicio de las funciones y competencias asignadas a la nueva entidad, recursos adicionales en la tarifa del impuesto sobre el consumo de cigarrillos que se estiman en el orden de los 100.000 millones de pesos al año y la autonomía presupuestal, en ejercicio de la cual deberá recibir partidas presupuestales, como entidad perteneciente al nivel nacional del sector salud. La ampliación tarifaria prevista en la iniciativa representa un incremento del 8,3 % sobre el consumo de cigarrillos y de 7 % sobre el consumo de tabaco elaborado, que resultan más que razonables frente a la finalidad que se pretende alcanzar.
SEMANA: El proyecto hace énfasis en que es necesario garantizar un adecuado transporte (terrestre, aéreo y fluvial) de los órganos. Para quienes no conocen a profundidad sobre el tema, ¿por qué esto es fundamental?
G.S.: Uno de los grandes hallazgos en este proceso es que en el país no hay una reglamentación clara en relación con la habilitación de vehículos para el transporte de órganos y tejidos. La falta de articulación y de medios disponibles para el transporte de componentes anatómicos, con fines de trasplante, hacen que la labor de salvar vidas, vía donación y trasplantes, sea más compleja de lo que ya es per sé. En ocasiones los órganos ya rescatados, no llegan a su receptor y deben ser desechados por cuenta de la imposibilidad de los desplazamientos. Si bien hay órganos que duran hasta 24 horas como lo son los riñones, el corazón, hígado y pulmones tan solo cuentan con 4 horas de vida despues de declarada la muerte. Por lo anterior y con el fin de evitar la improvisación, es fundamental garantizar una logística más organizada y estructurada para que el transporte se lleve a cabo de forma rápida, segura y eficiente.
SEMANA: otra de sus propuestas es mejorar el conocimiento sobre donación y trasplante en las universidades. ¿Cómo se enseñan actualmente dichos procedimientos en estas instituciones?
G.S.: La formación profesional en temas de donación y trasplante de componentes anatómicos es prácticamente inexistente en el país, al punto de que muchos profesionales de la salud se gradúan sin haber tenido contacto alguno con estos temas. Eso se explica en buena parte por la ausencia de una obligación de ofrecer módulos en la materia para las facultades de medicina y enfermería y se refleja en la falta de cualificación de la mayoría de personas que interactúan con los pacientes y sus familias en un tema tan específico. La enorme trascendencia de dicho problema amerita volver obligatorio este tipo de conocimiento en los pénsum, para que las instituciones de educación superior los implementen de conformidad con su proyecto educativo institucional y en ejercicio de la autonomía universitaria.
SEMANA: Más allá de inversión, el problema de las bajas tasas de donación de órganos tiene que ver con el estigma. ¿Cómo combatir esto?
G.S.: En la medida en que haya mayor conocimiento sobre los programas de donación y trasplante, se podría dejar de lado el estigma que hay sobre este tema, y de esta forma tratar de incrementar la obtención de órganos y tejidos para satisfacer la demanda de la población y disminuir la lista de espera a nivel nacional. Así mismo, el aumento de publicidad en los diferentes medios (radio, televisión, internet) tendría un impacto positivo.
Alrededor del proceso de donación hay muchos tabúes basados en la religión y mitos injustificados. La publicidad ayuda acabando con mentiras en cuanto a que la donación genera peores cuidados con pacientes en estados críticos para generar más órganos o los temores a mercados negros de órganos. Temas superados ampliamente hace mucho tiempo en Colombia. Promocionar las bondades de donar órganos como la tasa de que un donante puede salvar 55 vidas, ayuda a aumentar la tasa efectiva de donantes.
SEMANA: Además del estigma y la falta de inversión ¿cuáles otros obstáculos deben superarse en el tema de la donación de órganos?
G.S.: La falta de conocimiento de los profesionales de la salud que reciben potenciales donantes en salas de urgencias es preocupante. Todo médico o enfermera en Colombia debería tener un curso básico en donación para saber cómo identificar y reportar un posible donante. De igual manera, la ausencia de coordinadores de donación en el país hace que la articulación de un proceso tan complejo como lo es la donación se lleve a cabo de manera efectiva. Por último es esencial tener relaciones médico-paciente transparentes. Acabar con los conflictos de interés entre tratamientos como la diálisis y el transplante de riñón es de suma urgencia. Bastantes estudios de farmaeconomía dan cuenta de cómo en el mediano plazo es más rentable para el Estado trasplantar a un paciente que tenerlo en procedimientos costosos como la diálisis.
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SEMANA: ¿Cuántas vidas se podrían salvar con una política totalmente abierta a la donación de órganos?
G.S.: Se estima que cada año fallecen 137 colombianos por la falta de un órgano. Sin embargo, una política abierta de donación y trasplante no solo impactaría disminuyendo el número de fallecimientos, sino también permitiendo el tratamiento de enfermedades crónicas que impiden el normal desarrollo de la vida de muchas personas en el país. También debe tenerse en cuenta el número de pacientes en lista de espera, que hoy alcanza aproximadamente los 2.800, una política totalmente abierta a la donación podría incluso llevarnos a alcanzar las tasas de otros países como es el caso de Argentina, donde actualmente la tasa de donación es de 20 donantes por millón de habitantes.
SEMANA: ¿En cuánto tiempo cree que la implantación de este proyecto tendría efecto en el país?
G.S.: El tiempo de implementación del proyecto de ley depende de la celeridad del mismo trámite legislativo y de la voluntad de los terceros involucrados, las entidades interesadas y el Congreso de la República, para que la estructura y las medidas planteadas sean una realidad. La creación de la entidad sería un hito en el desarrollo de políticas efectivas de donación y sería el gran diferenciador en el aumento de tasas de donación. Contando con un trámite legislativo acelerado, esperamos contar con dicha entidad a mediados del año 2021. El día de ayer radicamos el proyecto ante la Secretaría General de la Cámara de Representes, esperamos darle un primer debate en la Comisión Septima de Cámara antes de que finalice el año, los tres debates restantes, deberan ser llevados a cabo en el primer semestre de 2020.