¡Épica!: La impresionante batalla de Winterfell

Se sabía que la batalla de Invernalia sería una carniceria. Pero quizás en la mente de ninguno, se anticipaba de qué manera. El tercer episodio de la última temporada puede ser el más esperado de toda la saga. Tenía con los pelos de punta a las millones de almas que siguen alrededor del planeta este éxito de HBO. Y no desilusionó. En lo más mínimo.

La noche de este domingo todo estaba en juego. Después de los reencuentros y los amores, la llegada de la noche hacía preveer la batalla más sangrienta nunca antes vista. Se trataba del encuentro de los vivos con los muertos, del fuego y el hielo, de los dragones...

El capítulo comenzó con un personaje tan odiado como amado: Melisandre. La sacerdotisa roja, quien comenzó como la odiosa consejera de Stanis Baratheon, había dicho que no llegaría a la mañana. Después de haber quemado a la pequeña Shireen en la hoguera, pocos le tenían simpatía y el mismo Jon Snow la había desterrado, a pesar de deberle la vida.

_{Foto: HBO}

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Pero en este último capítulo Melisandre emergió como el Ave Fénix. En medio del hielo de Invernalia logró darles fuego a cada uno de los miles que componían los ejércitos contra el rey de la noche. La salida de esas tropas fue épica. Parecían una ola dorada que ondeaba en medio de las tinieblas. Arriba, Jon Snow y Daenerys Targaryen surcaban los cielos sobre cada uno de sus dragones. Hasta Ghost, uno de los lobos de los Stark, se veía poderoso corriendo hacia la batalla.

Pero solo pasaron un par de segundos para que todo terminara mal. El ejército de los muertos era de millones. Y ni la disciplina y el talento guerrero de los inmaculados podía amilanarlos. "Alto al fuego" y "retirada", frases que se oían con desespero.

En el castillo, la muerte se olía de cerca. Las hermanas Stark, Sansa y Arya, ven la derrota inicial con nostalgia y ante las dificultades, la menor se despide y le entrega una daga a la nueva señora de Invernalia. “No se cómo usarla”, le dice Sansa aturdida y huye hacia la cripta donde están los niños, las mujeres, Varys y Tyrion Lannister.

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Sansa y Tyrion tienen allá abajo el mejor momento de su relación en años. La mano de la reina Targaryen la increpa sobre la necesidad de salir a la superficie. “Si tan solo pudiéramos ver”, le dice Tyrion. Tiene razón. De nada sirven sus consejos bajo tierra. “Morirías”, le responde Sansa. “Ver la verdad a la cara es lo más heroico que podemos hacer”, concluye. Ambos comparten los peores momentos del capítulo en esas profundidades. 

Vea en video algunos datos de este capítulo

Los mejores guerreros de los siete reinos sucumben ante el ejército de los muertos. Los superan en miles. Brienne y Jaime Lannister se vuelven los más coordinados compañeros de lucha. Sin embargo, los caminantes blancos comienzan a ganar irremediablemente la batalla. Las tropas se retiran y ya el plan deja de ser atacar: todos defienden Invernalia. 

Todos vuelven al castillo y Gusano Gris, resignado ante la multitud de caminantes, pide quemar las trincheras. Se trataba de una especie de salvación temporal a la espera de que el fuego mantuviera lejos a los muertos. Pero nada logra prenderla, hasta que los rezos de Melisandre vuelven a salvar la épica jornada. 

Pese a que el fuego desatado en las trincheras logró contener temporalmente al ejército del Rey de la Noche, muchos de los muertos realizan una maniobra que nadie anticipaba: se sacrifican y se tiran sobre las llamas, y luego de sofocarlas consiguen entrar al castilllo. Las escenas a continuación pasan a convertirse en una película de zombis medievales, donde los protagonistas pelean por la supervivencia frente a hordas incontenibles de muertos vivientes.

Los personajes más queridos de la serie se despiden de la vida en medio de grandes actos heroicos. En una de las imágenes más impactantes un gigante logra entrar y Lady Mormont se avalanza sobre él y, pese a morir en sus manos, logra matarlo con una estocada en un ojo. "No voy a quedarme tejiendo en el fuego mientras los hombres luchan por mí", había dicho en el capítulo pasado. El deceso de la menor de las guerreras es uno de los momentos más conmovedores de esta batalla. 

_{Foto: HBO} 

Los minutos siguientes la cámara sigue a Arya, quien logra sobrevivir gracias a las técnicas aprendidas durante años más allá de Poniente. Sin embargo, la pelea es feroz y finalmente es salvada por Gregor Clegane y Beric Dondarrion, quien termina dando su vida para salvarla. Instantes después se encuentra con Melisandre y ambas sostienen una de las conversaciones más reveladoras de estos 80 minutos. La Mujer Roja le dice a Arya algo que sería difinitivo para la historia. Primero le cuenta que Beric había sido revivido muchas veces solo para llegar a ese momento y cumplir su propósito: salvarla. Luego le susurra: "Ojos verdes, ojos cafés, ojos azules, será tu última noche", refiriéndose a la trascendental misión que tendría Arya más adelante.

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Con el paso de los minutos, la situación se comienza a poner más díficil para los vivos. Los muertos logran entrar incluso a la cripta. Sansa y Tyrion sobreviven escondidos detrás de un muro y la bella Stark saca la daga que le regaló Arya, dispuesta a usarla. Daenerys y John se entrelazan en una pelea de dragones con el Rey de la Noche que éste vence con facilidad. John cae y corre a atacar al Rey de la Noche. Pero este guerrero de ojos azules revive miles de muertos que hacen una barrera imposible de penetrar para Snow (o Targaryen), quien es salvado —nuevamente— por Daenerys. La madre de los dragones le dice a Jon que vaya a salvar a Bran. Y en ese momento es atacada por una horda de muertos y cae de su dragón. Como siempre, llega Sir Jorah Mormont, justo cuando ella más lo necesita, pero al final termina entregando su vida para salvarla. Las lágrimas de esa despedida también conmocionaron a los fans de la saga. 

El final del capítulo es una de las partes más épica de toda la serie. Theon Greyjoy acaba con decenas de muertos que atacan ferozmente el jardín del Árbol Arciano de Winterfell para llegar hasta Bran. Sin embargo, al final llega el Rey de la Noche con sus lugartenientes y solo Theon queda para salvar la noche. El joven se avalanza contra este pero muere rápidamente de una estocada.

El Rey de la Noche camina entonces lentamente hacia Bran y pareciera que el descenlace es inevitable. Sin embargo, de la nada aparece Arya para salvarlos a todos clavando una daga en el pecho del mayor enemigo que han tenido los vivos de los Siete Reinos. Al final la profecía se cumple ojos verdes (Arya), ojos cafés (Bran) y ojos azules (El Rey de la noche), que con su deceso se petrifica junto con todo su ejército de la muerte. Cumplida su misión, la mujer roja se quita su tradicional collar que la mantiene viva y muere en el frío invierno de Invernalia. 

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Los seguidores de Game of Thrones seguramente comenzarán a extrañar desde ya los vericuetos de esta serie. Este episodio es el más largo de esta temporada, con 80 minutos dedicados a la guerra de comienzo a fin. Pero lo más emocionante de este capítulo es que no será la última batalla. Porque superado el Rey de la Noche, todavía queda un combate, quizás más díficil: quitarle a Cersei Lannister el anhelado Trono de Hierro. Y por supuesto, nadie sabe aún para quién será la silla más codiciada del momento.  

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