Vida Moderna
Gastritis: tres plantas medicinales para combatirla
En algunos casos, la gastritis puede producir úlceras y un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago.
La gastritis es una afección que afecta el revestimiento del estómago, conocido también como mucosa y cuando hay gastritis, el revestimiento del estómago está inflamado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó en su portal web que entre los factores que aumentan el riesgo de tener gastritis se incluyen:
- Infección bacteriana. Aunque la infección por Helicobacter pylori es una de las infecciones humanas más comunes en todo el mundo, solo algunas personas con la infección desarrollan gastritis u otros trastornos gastrointestinales del tracto gastrointestinal superior. Los médicos creen que la vulnerabilidad a la bacteria podría ser hereditaria o producirse por las opciones de estilo de vida, como fumar y la alimentación.
- Uso frecuente de analgésicos. Los analgésicos comúnmente denominados antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve, Anaprox DS), pueden provocar tanto gastritis aguda como gastritis crónica. Es posible que el uso regular de estos analgésicos o en cantidad excesiva reduzca una sustancia clave que ayuda a preservar el revestimiento protector del estómago.
- Edad avanzada. Los adultos mayores corren mayor riesgo de padecer gastritis, porque el revestimiento del estómago tiende a volverse más fino con la edad y porque tienen más probabilidades de tener infección por Helicobacter pylori o trastornos autoinmunitarios que las personas más jóvenes.
- Consumo excesivo de alcohol. El alcohol puede irritar y erosionar el revestimiento del estómago, lo que lo hace más vulnerable a los jugos digestivos. Es más probable que el consumo excesivo de alcohol cause gastritis aguda.
- Estrés. El estrés intenso debido a una cirugía importante, una lesión, quemaduras o infecciones graves puede provocar gastritis aguda.
- Tratamiento oncológico. Los fármacos de quimioterapia o la radioterapia pueden aumentar el riesgo de gastritis.
- Que el propio cuerpo ataca las células del estómago. La llamada gastritis autoinmunitaria ocurre cuando el cuerpo ataca las células que forman el revestimiento del estómago. Esta reacción puede desgastar la barrera protectora del estómago. Además, la gastritis autoinmunitaria es más frecuente en personas con otros trastornos autoinmunitarios, como la enfermedad de Hashimoto y la diabetes tipo 1. La gastritis autoinmunitaria también puede estar asociada a una deficiencia de vitamina B-12.
- Otras enfermedades y afecciones médicas. Es posible que la gastritis esté asociada a otras afecciones médicas, como el VIH o SIDA, la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca, la sarcoidosis y las infecciones parasitarias.
Dicho lo anterior, en general los signos y síntomas de la gastritis son:
- Malestar o dolor punzante o ardor (indigestión) en la parte superior del abdomen que puede empeorar o mejorar cuando se come.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Sensación de saciedad en la parte superior del abdomen después de haber comido.
Adicional, hay que señalar que la afectación puede durar solo por un corto tiempo (gastritis aguda), pero también puede perdurar durante meses o años (gastritis crónica).
Así las cosas, el portal GastroLabWeb reveló que la manzanilla, el aloe vera, y el romero son ideales para combatir la afección, ya que tienen propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias y analgésicas.
En consecuencia, para obtener los beneficios se debe preparar una infusión con alguna de las tres plantas.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.