Vida Moderna
Glaucoma ocular: La enfermedad que debilita la vista y causa ceguera. ¿Cómo evitarla?
Esta condición se presenta en varias categorías, dependiendo de la gravedad de los síntomas.
Uno de los sentidos vitales para el ser humano es la visión pues desde los ojos ingresa la información proveniente del exterior. Es por eso que hay que prevenir prematuramente cualquier complicación que amenace con su correcto funcionamiento.
National Eye Institute explica que el glaucoma es un grupo de enfermedades de los ojos que pueden causar pérdida de visión y ceguera al dañar el nervio ubicado en la parte trasera del ojo, conocido como nervio óptico. Además, está dentro de la categoría de condiciones hereditarias.
Los síntomas pueden notarse como leves, pero cabe la posibilidad de que empiecen a aumentar su intensidad paulatinamente. Esta enfermedad no tiene una cura como tal, aunque cuenta con tratamientos especiales que la controlan e impiden afectar el día a día de los pacientes que la tienen.
Como se mencionó anteriormente, la glaucoma es un conjunto de enfermedades. Es por eso que tiene diferentes tipos, los cuales dependen de los síntomas y estado de la condición, según Mayo Clinic:
Tendencias
Glaucoma de ángulo abierto: Es uno de los más comunes y aparece gradualmente. Este tipo de glaucoma no es doloroso y no causa ningún cambio en la visión al inicio. Entre los síntomas, se presentan:
- Puntos ciegos irregulares en la visión lateral (periférica) o central, que ocurren con frecuencia en los dos ojos.
- Visión de túnel en etapas avanzadas.
Glaucoma agudo de ángulo cerrado: Aparece cuando el iris se encuentra muy cerca del ángulo de drenaje en el ojo y este lo bloquea. En el momento que el ángulo de drenaje queda totalmente bloqueado, lo más común es que la presión ocular aumente muy rápido, generando un ataque agudo.
A diferencia del tipo anterior, este si es una señal alta de riesgo, por lo que acudir a un centro médico será vital en el menor tiempo posible. Los síntomas que genera esta enfermedad son:
- Visión borrosa de repente.
- Dolor intenso en el ojo.
- Dolor de cabeza.
- Tiene dolor de estómago (náuseas).
- Vomita.
- Ve anillos o aureolas de arcoíris de color alrededor de las luces.
Glaucoma de tensión normal: Este es el tercer tipo y ocurre cuando hay una presión ocular dentro de los rangos normales, pero hay puntos ciegos en el campo de visión y daño óptimo del nervio óptimo.
Glaucoma pigmentario: Para esta categoría pequeños gránulos de pigmento se desprenden del iris y bloquean o hacen más lento el drenaje de líquido del ojo. Actividades como trotar pueden remover los gránulos de pigmento. Esto hace que los gránulos de pigmento se depositen en el tejido ubicado en el ángulo donde se unen el iris y la córnea. Los depósitos de gránulos provocan un aumento de la presión.
Aunque cada tipo es diferente, comparten hasta cierto punto algunos síntomas. Es por eso que Mayo Clinic recomienda estas medidas para detectar los síntomas y controlar la enfermedad, para que no avance por etapas y perjudique más:
Hacerse chequeos de la vista con regularidad: Los exámenes exhaustivos y periódicos de la vista pueden ayudar a detectar el glaucoma en sus etapas iniciales, antes de que produzca daños significativos. La Academia Estadounidense de Oftalmología recomienda un examen exhaustivo de la vista cada 5 o 10 años para personas menores de 40 años, cada 2 a 4 años para ciudadanos entre 40 y 54 años, cada 1 a 3 años para la edad de 55 a 64 años, y cada 1 a 2 años para mayores de 65 años.
Conocer el historial médico ocular de la familia: El glaucoma suele ser hereditario. Por lo que tener un registro de las generaciones antecesoras permite conocer el grado de probabilidad.
Usar protección en los ojos: Las lesiones oculares graves pueden derivar en glaucoma. Emplean protección en las actividades diarias, en especial si están relacionadas con la manipulación de herramientas eléctricas o en relación con los deportes.
Emplear gotas de venta con receta medica con regularidad: Los colirios para el glaucoma reducen considerablemente el riesgo de que la presión ocular alta aumente hasta convertirse en glaucoma. Usar los colirios bajo un dictamen médico previenen la enfermedad, aunque no se presenten síntomas.