Vida Moderna

Glucosa alta: el fruto seco que ayuda a bajar el azúcar

Los frutos secos aportan fibras, proteínas, vitaminas del complejo B, entre otros.

12 de septiembre de 2022
Frutos secos
Los frutos secos aportan zinc y selenio. | Foto: Getty Images

Los frutos secos como las nueces, avellanas, almendras o castañas aportan zinc y selenio y adicional, según el portal del Canal de Diabetes, disminuyen el riesgo de diabetes tipo 2 al controlar la glucemia.

Por ello, el dietista y nutricionista Javier Gascó, del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricioinistas de la Comunidad Valenciana, en España, le dijo al portal que “las recomendaciones diarias vienen a ser una media de unos 30 gramos al día, pero a la hora de elegirlos, podemos seccionar aquellos que mejoren al diabético como lo son las nueces, ya que ayudan a mejorar la diabetes en personas que están predispuestas a padecer esta enfermedad o son resistentes a la insulina”.

Además, explicó que “los pistachos ayudan a controlar la glucosa en sangre después de las comidas (glucemia postprandial) teniendo un efecto beneficioso para los pacientes con síndrome metabólico”.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, para tratar la glucosa alta hay que tener otras recomendaciones saludables que incluyen:

  • Conseguir y mantener un peso corporal saludable: el Ministerio de Salud en su página web explicó que se considera un peso saludable aquel que permite que la persona se mantenga en un buen estado de salud y calidad de vida. También se entiende como los valores de peso, dentro de los cuales, no existe riesgo para la salud de la persona.

Además, indicó que para saber si una persona está en un peso saludable, existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del Índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura y para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt).

Ejemplo:

Una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.

  • Realizar al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada la mayoría de los días.
  • Tomar una alimentación saludable, sin azúcar ni grasas saturadas y tener en cuenta que algunos alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.
  • No consumir tabaco, puesto que fumar aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.

De otro lado, es importante señalar que Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que con el tiempo el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios; también, puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro.

De hecho, a finales del 2020, el Ministerio de Salud reveló que entre 7 % y 9 % de la población adulta padece diabetes. Es decir, que existen en el país alrededor de dos millones de personas con la enfermedad. Sin embargo, casi la mitad desconoce su condición.

Por ello, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son: aumento de la sed; micción frecuente; hambre extrema; pérdida de peso sin causa aparente; presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible); fatiga; irritabilidad; visión borrosa; llagas que tardan en cicatrizar; infecciones frecuentes (en las encías o en la piel) e infecciones vaginales.